El fotógrafo, artista y antrópologo Carlos Bosch, quien se infiltrara entre los fascistas de Madrid para hacer un fotorreportaje durante tres años, que fotografiara a Salvador Dalí postrado en el hospital y fuera uno de los últimos en registrar a Julio Cortázar antes de morir, falleció el lunes por la madrugada a sus 75 años.

Premio Nacional de Artes Visuales 2011 y 2016 y Gran Premio de Honor Nacional de Fotografía en 2017, Bosch (Buenos Aires, 1945) se formó en la Editorial Abril, donde trabajó como reportero gráfico, fotógrafo de moda, de arquitectura, y realizó fotografía publicitaria. Fue jefe de fotografía del diario Noticias y compartió redacciones clandestinas con Juan Gelman, Rodolfo Walsh y Paco Urondo.

En 1975 decidió irse a vivir a España, una partida que prefería no definir como "exilio" por lo bien que le había ido en el exterior: allí fundó la primera Asociación de Reporteros Gráficos de Barcelona, se infiltró durante tres años entre los fascistas en Madrid para hacer un fotorreportaje, cubrió la invasión soviética en Afganistán, retrató a Dalí postrado en un hospital y al rey Juan Carlos haciéndole muecas.

En 2007 volvió a la Argentina y se concentró en la docencia, fundó el "Taller Continuo de Imagen", orientado a la fotografía periodística-documental contemporánea. En 2018 se estrenó un relato audiovisual sobre su obra y su vida, Sombras de luz, de Daniel Henriquez. Aunque no estaba bien de salud, en el marco de la pandemia por coronavirus, Bosch se había sumado a la acción colectiva solidaria con la organización La Poderosa y donó una imagen suya junto otros 100 fotógrafos.