La Dirección Nacional de Migraciones precisó ayer que el cierre del paso internacional de la frontera entre Salvador Mazza, en Salta, y San José de Pocitos-Yacuiba, en Bolivia, será por 30 días y “para el ingreso en calidad de repatriados de ciudadanos argentinos y extranjeros residentes en nuestro país”. La disposición corre a partir de este miércoles.

El organismo informó que “en carácter excepcional se atenderán cuestiones humanitarias y especiales, siempre con la correspondiente intervención de la Cancillería Argentina, Consulado Argentino en el Estado Plurinacional de Bolivia, y autoridades nacionales y provinciales”. Por último, el comunicado sostiene que se “mantiene habilitado el transporte de cargas internacionales, en forma normal”.

Aunque se esperaba mayor información oficial, desde el gobierno salteño sólo se repitió el contenido del twitt del gobernador Gustavo Sáenz la noche del martes, que solo confirmaba el cierre de la frontera, en general, sin dar más precisiones.

El ministro de Gobierno, Derechos Humanos, Trabajo y Justicia Ricardo Villada, por su parte, dijo ayer que desde Salta se arbitran “todos los medios y recursos para proteger sanitariamente a la población, particularmente la residente en Salvador Mazza, Aguas Blancas y Los Toldos”, todas limítrofes con Bolivia.

El funcionario recordó las gestiones realizadas por el gobernador ante la Nación para que efectivos del Ejército se sumen a los controles en las fronteras, que hacen Gendarmería y la Policía provincial, especialmente de los pasos no habilitados. 

Estas acciones, junto con el cierre del paso internacional de Salvador Mazza-Yacuiba por 30 días, se realizan para contener la propagación del virus en el país, considerando la situación sanitaria de Bolivia por la pandemia del coronavirus, que provocó que su sistema de salud colapse.

En un comunicado oficial, Villada sostuvo que la extensión de la frontera entre Salta y Bolivia, los numerosos pasos ilegales, además de personas con doble nacionalidad, dificultan el control, por lo que las tareas de las fuerzas de seguridad “no sólo serán terrestres, sino también aéreas”.

“Vamos a hacer todo el esfuerzo que sea necesario para evitar que haya riesgos ante esta situación preocupante”, agregó. Afirmó que también en el gobierno tienen "la guardia muy alta para evitar que el virus se propague”.

Y enumeró las razones para esta petición de mayores controles: “el aumento de casos en Bolivia que el lunes tuvo más de 1.100 en un día; la situación de Yacuiba que limita con Salvador Mazza y la aparición de un caso en Bermejo, limítrofe con Aguas Blancas”.

Por su parte, referentes del Ejército volvieron a aclarar que sus tareas serán de “apoyo” a Gendarmería en el marco de las acciones de “adiestramiento y entrenamiento” de las tropas en el marco del Operativo Integración Norte, que se inició en 2018.