El Ballet Nacional Sodre comenzó el año en España, en una de las salas de los Teatros del Canal de Madrid –un complejo público recientemente renovado y muy bien equipado–, con coreografías de dos grandes de la danza actual,  el coreógrafo checo Jiri Kylián y el español Nacho Duato. Venían de hacer el ballet Coppelia en el Teatro Liceu de Barcelona. A las actuales catorce funciones en la capital uruguaya del Hamlet ruso, le seguirá el viaje de Bocca a Nueva York, donde vivió veinte años (entre 1986 y 2006) cuando integró el American Ballet Theatre dirigido por Mikhail Baryshnikov. En el Lincoln Center de Manhattan, el Concurso Internacional de Danza Youth American Grand Prix le dedicará un homenaje por sus 50 años, cumplidos el pasado 6 de marzo. “Me pone un poco nervioso este tipo de evento pero me da mucha alegría que una ciudad donde trabajé tanto tiempo me recuerde. Va a ser una gala con bailarines de distintos países y habrá varios argentinos”, comenta.

Tras las funciones porteñas, el 25 de mayo estrenarán en Montevideo El Quijote, con coreografía de los argentinos Silvia Bazilis y Raúl Candal, sobre el original de Marius Petipá. Se trata de un clásico que en 2015 ya vieron más de veinte mil personas. Después vendrá la VI Gala, un programa mixto integrado por Theme and Variations de George Balanchine (uno de los referentes del estilo nenboclásico), Chacona, del español Goyo Montero, y Encuentros, creación con música de Astor Piazzolla de Marina Sánchez, solista del BNS. “Este tipo de espectáculo convoca menos público que un ballet clásico completo”, compara Bocca. De todas formas, son diez las funciones programadas, el doble de lo que una compañía estable de ballet realiza en Buenos Aires. Más adelante, harán el Romeo y Julieta de Kenneth MacMillan y, hacia fin de año, El cascanueces con coreografía de Bazilis. La agenda suma casi 60 funciones sólo en el Auditorio del Sodre, a las que hay que agregar las actuaciones en el exterior y en el interior del Uruguay. El número final será cercano al de cien funciones anuales, algo que dignifica a cualquier compañía profesional.

Además, este año ingresaron al BNS nuevos bailarines a través de audiciones internacionales (un uruguayo, dos coreanos, dos brasileños y un inglés) y el elenco recibirá clases especiales de Ronaldo Martins (Teatro Municipal de Rio de Janeiro), Antonio Chamizo (Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid), Fabienne Cerutti (Ópera de Paris) y Paloma Herrera, entre otros maestros. Joven y renovada, la compañía cuenta con un amplio repertorio y un público anual que supera los cien mil espectadores. Desde la llegada de Bocca a la dirección, el BNS interpretó más de treinta obras, entre clásicos, piezas modernas y contemporáneas y otras creadas especialmente para ella. Con una fuerte proyección internacional, ya se presentó en España, Italia, Omán, China, Tailandia, Israel, México, Cuba, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Paraguay, la Argentina y Brasil.