La investigación penal sobre una banda narco conocida como Los Gorditos -con despliegue al norte de Rosario, en el cordón industrial, derivó en la captura ayer a la tarde de un policía del Comando Radioeléctrico y allanamientos en varias oficinas de Jefatura, ex Policía de Investigaciones y Policía Comunitaria. En la causa ya había nueve personas detenidas e imputadas como miembros de la banda, incluido su jefe, Brandon Bay. El policía detenido ayer, Lucas R., es primo de aquel. La semana próxima será imputado.

Agentes de las TOE y de la Agencia de Control Policial allanaron las dependencias policiales mencionadas y media docena de domicilios en Alvear y Villa Gobernador Gálvez, en busca de pruebas que alimenten la acusación de asociación ilícita contra la organización perseguida. Pero el único arresto fue en la esquina de Alsina y Cochabamba, Rosario. Allí cayó preso Lucas R., agente del Comando Radioeléctrico, involucrado en la causa.

La información de Fiscalía señala a Bay -que estaba preso en Coronda por otra causa- como imputado en calidad de jefe de la gavilla, y lo responsabiliza como el instigador de homicidios, atentados a balazos y amenazas entre Granadero Baigorria y San Lorenzo con el propósito de controlar allí la venta de estupefacientes.

Según la pesquisa que impulsan los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, Los Gorditos son una prolongación de la organización de Los Monos y gozan de vínculo directo con el jefe, Ariel "Guille" Cantero, preso en el penal de Piñero.

Al policía detenido ayer se lo acusará en algún grado con las andanzas de la banda de su primo. El parte fiscal enumeró "delitos contra las personas, contra la vida, contra la propiedad y contra la administración pública, en San Lorenzo y en el barrio Tiro Suizo de Rosario". 

Añade la acusación fiscal que "sta organización procuró ocupar sectores de la ciudad de San Lorenzo y excluir de allí a otras bandas antagónicas. Para llevar a cabo ese objetivo los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos, entre otros, la sustracción de vehículos, robos a viviendas, homicidios, lesiones, atentados contra las personas, amenazas y venta de estupefacientes". 

Los fiscales tomaron conocimiento de esta banda en agosto del año pasado, por boca de la agencia de Delitos Complejos del MPA.