Sin fútbol de Superliga, Central es un club con finanzas insostenibles. En cuatro meses acumula deudas por más de 100 millones de pesos, con más de 120 cheques rechazos. Plata no hay en Arroyito hacer frente a las deudas pero parte del pasivo disminuirá con la decisión de desprenderse de jugadores que no se pagaron en término. Central le debe abonar a Defensa y Justicia el pase de Ciro Rius y para despojarse del rojo acordó la vuelta del volante a Florencio Varela. Entre tanto, la alegría que se espera es la confirmación de que Marco Ruben jugará un año más.

Central venía con problemas económicos antes de que la pandemia paralice la actividad. Pero sin dudas su fragilidad financiera colapsó con la suspensión de la Superliga. La tesorería auriazul, en cuatro meses, acumuló 123 cheques rechazados por falta de fondos, haciendo una deuda total 108.868.936,41 pesos, según el informe de Banco Central de la República Argentina.

Esta escenario económico le quitó a Diego Cocca la posibilidad de renovar contrato como técnico y le impedirá a Rius seguir patenado en Arroyito. Al ex entrenador no le renovaron para hacer un ajuste en lo que se invertirá desde ahora para el cuerpo técnico de Primera. Pero en el caso de Rius se acordó su vuelta a Defensa y Justicia dado que Central no le puede pagar al club de Florencio Varela los casi 300 mil dólares que le debe por el volante.

El jugador dio su consentimiento y ahora para el anuncio resta definir detalles contractuales puesto que Rius tiene vínculo en Central por dos años más y su retorno a Defensa y Justicia se hará en situación extraordinaria, a cambio de la deuda que Central tiene por la ficha que compró pero que no pagó.

Ante esta coyuntura económica, la única alegría que se espera en Central para el próximo equipo es la noticia de que Ruben jugará otra temporada en el club.  Hay expectativas sobre su continuidad.