La elevación de la curva de contagios de covid-19 en Rosario llevó a la municipalidad y a representantes de la gastronomía local a postergar la habitual celebración del Día del Amigo y fijarla por esta vez en setiembre próximo, después del invierno. "Creemos que no es el momento para el festejo", dijo el secretario de Desarrollo Económico municipal, Sebastián Chale, al comunicar el acuerdo arribado con las cámaras de bares, restaurantes y hotelería.

"La mayoría de los conglomerados de contagio en la ciudad surgieron a partir de encuentros afectivos", argumentó el funcionario. Y recordó que este aplazamiento ya se había realizado en 2009, cuando imperaba la pandemia de gripe A-H1N1. "Desde el punto de vista sanitario hay que extremar recaudos; y desde el comercial no es el mejor momento porque hay restricciones en el factor de ocupación y limitaciones en el uso del espacio libre", señaló Chale.

"Hay cierta relajación en algunos sectores, eso hay que advertirlo y sancionar a quién no lo cumple", señaló Chale y aclaró: "Llevamos un mes de apertura gastronómica, es la única ciudad grande que tiene este nivel de funcionamiento de la actividad".