La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó el procesamiento del gendarme Diego Rocha, acusado del homicidio por exceso de la legítima defensa de Facundo Scalzo, el joven de 20 años muerto por la espalda el 17 de junio pasado en el Barrio Rivadavia del Bajo Flores porteño. La resolución de la Sala, que había concedido la excarcelación a Rocha bajo caución juratoria y la obligación de comunicarse quincenalmente con el juzgado, sostiene que hay “elementos de los que se derivaría objetivamente un exceso” de los medios utilizados por el uniformado como para sostener la imputación. Según detalló la abogada de la familia de la víctima, Romina Ávila, el tribunal también confirmó que “se siga investigando a Jorge Luis Pérez y a Juan Pablo Ruiz”, los dos colegas del gendarme que, en principio, sólo hicieron disparos al aire y fueron excarcelados con una caución de 100.000 pesos.

La Cámara de Apelaciones confirmó el procesamiento dictado por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 55, a cargo de la jueza Alejandra Allud, quien procesó a Rocha en el marco de la causa que investiga la muerte de Facundo Scalzo. El joven que fue perseguido por los gendarmes y en un enfrentamiento, según la versión que echó a rodar la policía, terminó muerto. Versión que fue desarmada, de acuerdo a la letrada, por vecinos del barrio, y porque "al momento de recibir los disparos Scalzo no portaba armas". Dato que, aseguró la abogada, va en línea con el video que aportaron a la causa, en la que se ve a otro joven perseguido por un uniformado, al que se le habría caído la pistola Bersa 9 milímetros que la versión policial le endilga a Scalzo y que aparece a diez metros de donde estaba el muchacho.

De lo que no hay dudas, porque así lo confirmó la autopsia, es de que recibió los disparos por la espalda. Cinco proyectiles de arma de fuego en total: dos ingresaron por la espalda, uno lesionando el riñón, el hígado, el diafragma y un pulmón, con trayectoria de atrás hacia adelante, de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba, y el otro, con la misma trayectoria, que contusionó ambos pulmones y el corazón; un tercero en el antebrazo derecho; un cuarto en el brazo izquierdo y el último en la cara posterior del antebrazo derecho.

En el escrito de los jueces se afirma que "Rocha pudo haber mantenido suficiente conciencia de los medios y su proporción y haberse decidido por un curso de acción menos lesivo, de inferior intensidad, como se ha comprobado que adoptaron sus compañeros de fuerza", señalan en referencia a Ruiz y a Pérez, quienes, en principio, ya que aún hay peritajes en marcha, dispararon al aire de forma disuasiva.

No obstante, el accionar de ambos uniformados también será cuestionado por la querella. Según dijo a Página/12 Ávila, abogada de Andrea Scalenghe, la madre de Scalzo, "vamos a cuestionar la actuación de Ruiz y Pérez, quienes continúan bajo investigación, porque se mandaron a ampliar pericias balísticas y falta determinar a quién pertenece el proyectil que apareció abajo de Facundo. Que si bien puede pertenecer a Rocha, también podría ser del arma de Pérez, lo que desvirtuaría la versión de que disparó al aire". Además, remarcó que aquel día, cuando ocurrió el hecho, alrededor de las cuatro y media de la tarde, "la calle estaba llena de gente, y disparar al aire también fue un accionar imprudente y de violencia institucional cuando todos los protocolos hablan de que el uso de la fuerza debe ser una medida excepcional y de ultima ratio".

En este sentido, Ávila remarcó que así como en la gestión anterior se avalaba la doctrina Chocobar y que "cualquier persona en situación sospechosa muera y no se discuta, la resolución de la jueza, que la Cámara acaba de confirmar, cuestiona el rol de las fuerzas de seguridad y señala la enorme responsabilidad que tiene el Estado ante la población civil" .