El día después del brutal crimen del pastor evangélico y ex concejal Eduardo Trasante estuvo marcado por dos hechos relevantes: el reclamo de justicia por parte de las distintas fuerzas políticas del Concejo Municipal y la declaración de Carolina L., pareja de la víctima. La mujer declaró durante mas de tres horas pero no aportó ningún hecho  relevante sobre el homicidio. Sin embargo los pesquisas judiciales no pudieron encontrar todavía el aparato telefónico de la mujer, que brindo el acceso total a su información y redes personales. La sospecha es que alguien, tal vez un uniformado, sustrajo el aparato con intenciones todavía poco claras. Lo que quedo más que claro tras la declaración es que los dos sicarios preguntaron por Caterine -una de las hijas de Trasante de un matrimonio anterior- y cuando Carolina -su actual  pareja- abrió la puerta- la encañonaron y la hicieron ingresar. La obligaron a llamar a su esposo y cuando Trasante bajó pudo ver a sus matadores a la cara y se quedó observando a uno de ellos como si lo conociera.  Hasta el momento es un misterio lo que ocurrió en esos fatídicos seis minutos, pero la testigo privilegiada del crimen, no sumó elementos que permitan pensar en una discusión previa al homicidio.  Ayer también declaró Ana Luz , una de las hijas de Trasante que estaba en la casa. Tras declarar, ambas mujeres fueron incorporadas al Programa de Protección de Testigos de Santa Fe y reubicadas en nuevos domicilios. Hoy el gobernador Omar Perotti las recibirá en la sede local de Gobernación. Lo mismo anunció el intendente Pablo Javkin.

Perotti dijo que el crimen "duele tanto como cualquier muerte pero aquí hay un simbolismo distinto", y remarcó que el Estado provincial "no abandona a las víctimas", tras anunciar que se puso a disposición de los familiares el programa de asistencia a la víctima.  Hoy Perotti recibirá a familiares.

"No se trata solamente del integrante de una institución, es alguien que ha participado y ha asumido una posición pública muy fuerte", dijo el gobernador. Admitió que  "aún no hay una información precisa" sobre posibles sospechosos del asesinato, aunque remarcó que "se ha dispuesto que se pongan todos los efectivos y las disposiciones para dar con los autores de este hecho, la revisión de todas las cámaras del lugar, se ha tomado declaración a los familiares, ojalá lo antes posible podamos dar con los autores y que tengan su castigo".

"No vinimos a dejar las cosas como estaban y a no meternos en algunas cosas donde nadie se metía, pese a que sabemos que eso puede tener consecuencias duras, difíciles", destacó el gobernador. 

En tanto ayer los pesquisas repetían que la llegada y la fuga de los delincuentes quedó registrada por una cámara de seguridad entre las 14.47 y las 14.53 en la vivienda de San Nicolás 3638. La camara se ubica al frente del pasillo de la casa que ya fue secuestrada por los investigadores y era analizada por expertos para identificar a los sospechosos.  El fiscal del caso, Gastón Avila con el apoyo de la Agencia de Criminalidad Organizada,  ordenó peritar un automóvil Peugeot 308 color blanco para determinar si es el que utilizaron los asesinos de Trasante. Un vehículo de esas características fue señalado por testigos y es tomado por algunas de las 13 cámaras de seguridad de la zona que son analizadas por el fiscal. El auto fue hallado abandonado en avenida Uriburu y la cortada Barcalá, en zona sur.

Voceros judiciales indicaron que esos testimonios serán centrales para avanzar en el móvil del crimen que sacudió a Rosario, por tratarse de un exconcejal de la ciudad que, además, perdió a dos hijos víctimas de la violencia.

Un investigador aseguró que en los últimos tiempos “no hay registros de denuncias por amenazas” realizadas por Trasante, aunque sí había denunciado amenazas en 2012 luego del asesinato de su hijo Jeremías (17), en el triple crimen de Villa Moreno. La hipótesis de robo fue descartada y  los investigadores trabajan “en un par de líneas” vinculadas a una presunta venganza, sobre la que aún no existe “mucha claridad”.

En una conferencia de prensa realizada ayer en el Concejo Municipal, con la participación de titulares de bloques, y la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, la edila de Ciudad Futura, Caren Tepp, exigió el esclarecimiento del hecho, consideró que fue “un crimen político” y advirtió que no permitirán “carroña política con su muerte”.  "El crimen de Eduardo es un punto de inflexión y vamos a exigir justicia como él nos enseñó", dijo.