La rueda de la memoria gira y no se detiene. Multiplica los homenajes a deportistas desaparecidos donde antes se les conferían honores a genocidas. A 41 años del golpe de 1976, ya no domina la amnesia colectiva en clubes, torneos y aquellos espacios donde rueda una pelota o la discusión pasa por la táctica correcta. La Carrera de Miguel se sigue organizando a lo largo de nuestra amplia geografía. Gimnasia y Esgrima La Plata recordó a tres de sus futbolistas víctimas del terrorismo de Estado. En la ex ESMA se disputará hoy un torneo de ajedrez donde se evocará al jugador Gustavo Bruzzone, cuyos restos fueron identificados por el EAAF en 2014. Varias instituciones se sumaron al Nunca más en sus cuentas de Twitter. Central Ballester –que juega el torneo de la Primera D– luce el logo del pañuelo blanco de las Madres de Plaza de Mayo en la manga de su camiseta. El arquero de la selección nacional de fútbol Nahuel Guzmán mostró unos guantes con mensajes alusivos a Madres y Abuelas. Se hizo un acto por los 39 rugbiers platenses desaparecidos en el Concejo Deliberante local y se hará otro en el Congreso. Las únicas organizaciones que se olvidaron del 24 de marzo fueron las asociaciones deportivas más importantes. La Secretaría que conduce Carlos Mac Allister hizo una discreta mención en su Facebook y el Comité Olímpico Argentino (COA) ni eso.

El deporte ha caminado a los tumbos en la construcción de una memoria distinta de la que heredó de la última dictadura. Le costó asimilar una política de derechos humanos que es reconocida en el plano internacional. El fútbol es la mejor prueba. En 2008, a treinta años del Mundial 78, costó muchísimo que pudieran juntarse los campeones dirigidos por César Luis Menotti con las Madres en el Monumental. Bajo la consigna de “La otra final”, apenas Luque, Houseman y Villa dijeron presente en el homenaje a los desaparecidos que consistió en una marcha desde la ex ESMA a la cancha de River, un partido y un festival musical. Costó tanto como anularles el status de socios honoríficos en el club de Núñez a Videla, Massera y Agosti. Pero los expulsaron y perdieron esa condición el 24 de abril de 1997. La habían conservado durante dieciocho años y medio. Carlos Suárez Mason en Argentinos Juniors y Roberto Viola en Colón de Santa Fe también fueron repudiados con la pérdida de su distinción “honorable”. 

Ahora River “acompaña la búsqueda de verdad y justicia” desde su página oficial de Twitter. En septiembre del 2014, les entregó una plaqueta a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y a su nieto recuperado, Ignacio Guido, pocos días después del reencuentro entre los dos. También organizó un reconocimiento a la trayectoria en derechos humanos del ex secretario de Deporte Claudio Morresi el 17 de marzo de 2015.

Racing, San Lorenzo, Estudiantes, Lanús, Banfield, Defensores de Belgrano, Sportivo Barracas y Deportivo Paraguayo, entre otros, adhirieron a las consignas de memoria, verdad y justicia. Un grupo de hinchas de Rosario Central marchó con una bandera de sus colores y la consigna “A 41 años del golpe de Estado, No abandonamos la lucha”. Esta participación contrastó con el olvido de la AFA, que no publicó ni una línea en su página oficial ni en su cuenta de Twitter. Tampoco el Comité Olímpico Argentino (COA). Ni el Boca que preside Daniel Angelici. 

Gimnasia y Esgrima, el único club donde jugó un futbolista desaparecido en Primera División, evocó a tres de sus hombres. Antonio Piovoso, el arquero que reemplazó a Hugo Gatti y Daniel Guruciaga cuando se lesionaron en el torneo Metropolitano de 1973. Estudiaba arquitectura y fue secuestrado en las galerías Williams del centro platense el 6 de diciembre de 1977. Luis Ciancio, otro ex futbolista del club y militante del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), llegó a jugar en Tercera división y sus restos fueron identificados por el Equipo de Antropología Forense en 2009, 33 años después de su desaparición. Por las divisiones inferiores del Lobo también pasó Miguel Benancio Sánchez, quien después se destacó en el atletismo. En su homenaje se organiza desde el 2000 la Carrera de Miguel. “Es increíble ver su cara por todas partes”, suele decir su hermana Elvira. En estos días se corrió en la ciudad de Buenos Aires y Escobar y se repetirá hoy en Bariloche y Hurlingham. En Roma, donde nació como la Corsa di Miguel, en enero pasado se realizó la XVIII edición. La prueba es un emblema por la reivindicación de memoria, verdad y justicia.

La extensa lista de rugbiers desaparecidos –se estima que ya son un centenar los casos investigados– motivó actos y recordaciones. A los 39 que jugaron en clubes platenses se los homenajeó en una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de la capital bonaerense. Veinte deportistas de esa nómina integraron distintos planteles en La Plata Rugby, donde siempre se los tiene presentes. Antes de cada temporada, los entrenadores de rugby juvenil les hablan a los pibes de quiénes fueron aquellos militantes que vistieron la camiseta amarilla del equipo en Primera División y sus categorías menores. Les cuentan lo que pasó con ellos. 

A los diez jugadores desaparecidos de Universitario, un club vecino de la localidad de Gonnet, los recordaron en Facebook con la publicación de la plaqueta que contiene sus nombres: Ricardo Poce, Julio Poce, Fernando Cordero, Rubén Fossati, Miguel Castro, Guillermo Miceli, Eduardo Ide, Mario Gershanik, Hugo Suárez Caballero y Alfredo Thougnón Islas.

El fútbol del Ascenso también se sumó con actividades o gestos fuertemente simbólicos para no olvidar lo que pasó a partir del 24 de marzo del ‘76. En la cancha de Midland, un club de la Primera C, se jugó un partido por la memoria. Estuvieron ex jugadores, funcionarios municipales y organismos de derechos humanos. “Nos pareció fantástico utilizar el deporte para hacer el ejercicio de la memoria”, dijo el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, en el acto donde también participó Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. 

En Central Ballester, otro humilde club pero de la Primera D, la lucha de las Madres está asociada a lo más preciado que puede conservar un hincha: los colores de la camiseta. No es casual que esta institución del partido de San Martín luzca en una de sus mangas el pañuelo que caracteriza a esas mujeres admirables. Una de sus camisetas alternativas homenajeó a los fusilados de los basurales de José León Suárez de 1956. Un hecho que Rodolfo Walsh describió con destreza en Operación Masacre. Desde noviembre del año pasado, Hebe de Bonafini y otras Madres de su organización también son socias honorarias del club. 

En el Espacio del Deporte y los Derechos Humanos que funciona en la Ex ESMA se jugará hoy un torneo de ajedrez. Se recordará así al militante Gustavo Bruzzone, quien se destacó sobre el tablero en su Santa Fe natal antes de que se lo llevara un grupo de tareas en Rosario en 1977. Desde Puerto Madryn en Chubut a Cañada de Gómez en Santa Fe, alumnos y profesores asistieron a diferentes actividades sobre el tema de memoria, verdad y justicia, donde se recrearon las historias de los atletas desaparecidos. Marzo es un mes de evocaciones en todo el país y ellos están presentes en cada lugar. Lo dice el espacio de Familiares donde se jugarán esta tarde las partidas de ajedrez: “Mientras nuestros deportistas detenidos desaparecidos buscaban un país más justo, ganaron y perdieron competencias deportivas, gritaron goles, puntos, dobles y tries”. 

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