Jujuy es la quinta provincia con más contagios del país, el último domingo registró un record de 101 positivos de coronavirus y en la noche del martes ya sumó 1006 casos desde el inicio de la pandemia. Así las cosas, el humor social en la provincia considera que debe llegar la ayuda sanitaria del Ministerio de Salud de la Nación, que había sido propuesta por Ginés González García a Gerardo Morales, y que el gobernador se niega a recibir desde hace varios días.

De todos los casos, 875 se registraron a partir del 16 de junio pasado cuando fue detectado positivo un policía que custodió la comitiva de funcionarios que junto a Morales viajó a pueblos fronterizos con Bolivia el 3 y 4 de junio. Ese policía, cuyo contagio ha sido denominado “caso uno” es el que habría cruzado a Bolivia a comprar hojas de coca, como le explicó el gobernador al presidente Alberto Fernández.

Desde anoche Jujuy regresó a Fase 1 estricta en toda la provincia, así lo anunció el gobernador en la emisión televisiva del informe del COE, como ya lo habían adelantado sus ministros de Salud y de Turismo. “Estamos en el ojo de la tormenta”, dijo Morales al adherir al decreto presidencial que establece la cuarentena estricta hasta el 2 de agosto, con todo el rigor de control en los próximos 12 días. "Bajemos al mango toda la circulación", invitó en su estilo particular.

El brote de la Covid-19 desbordó la provincia, llegando ayer a los 1006 contagiados y 39 fallecimientos hasta el momento. En la conferencia de prensa el gobernador había informado sobre 4 decesos en la jornada del martes, pero luego el COE corrigió estos números e indicó que ayer se reportaron 10 muertes, tras obtener los resultados de hisopados posmuerte. Según datos del COE también, cada 6 días se duplican los casos.

El decreto presidencial 605/2020, publicado el sábado pasado, estableció el retorno del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio para toda la provincia de Jujuy, desde el 18 de julio al 2 de agosto. En sus fundamentos detalló la situación epidemiológica y sanitaria de Jujuy, el aumento de casos en menos de un mes.

Sin embargo, tras conocerse el decreto, Morales había dicho: “acá no cambia nada”. La Provincia estaba ya en Fase 1, pero el mapa de Jujuy fue dividido en zonas rojas y amarillas, entre estas últimas se encontraba la capital provincial, San Salvador, donde permanecían abiertos bares, restaurantes, y otros comercios y se podía circular de acuerdo a la terminación de DNI. 

Este martes, frente a la contundencia de los datos y después de mantener una videoconferencia con el ministro de Salud de la Nación, Morales anunció estrictas restricciones para toda la provincia. 

A sólo cuatro días de emitido el decreto nacional, el Gobernador decidió dar marcha atrás anunciando la vuelta a Fase 1, en una autocrítica que imponen los hechos ante la amenaza del colapso del sistema de salud provincial, que ya tiene una alta ocupación de camas y, en algunos casos, como el Hospital Oscar Orías, con ocupación completa. Al gobierno no le quedó otra alternativa más que dejar de lado todas las actividades que se iban a retomar.

El médico Pablo Jure, integrante del COE jujeño, afirmó que “la situación es preocupante” respecto a las camas ocupadas. En la provincia el sistema sanitario cuenta con 568 camas de campaña de las que 199 están ocupadas, representando el 35%.

En los hospitales críticos, como el San Roque, Pablo Soria, el Materno Infantil y el Oscar Orías, del total de 172 camas, 110 camas están ocupadas, el 64%.

Morales anunció que la semana próxima esperan llegar a las 1000 camas.

En estos días, ante la urgencia por el crecimiento de casos, el ministro de Salud, Gustavo Bouhid, llamó a una reunión al prestigioso infectólogo Carlos Remondegui, quien hasta el momento no había sido convocado. No era parte vital del COE provincial, pero realizaba aportes como botellas al mar al equipo de profesionales. 

Con una mirada científica sanitaria, Remondegui había expresado que las medidas tomadas por el gobierno de Jujuy estaban de contramano al escenario epidemiológico. “Hay que ser cauto y manejar científicamente con consenso y no políticamente”, decía en junio sobre las medidas adoptadas.

En la reunión con el ministro, fue escuchado después de cien días. "Hoy estamos en llamas, el sistema de salud está en colapso, la medida de cierre o Fase 1 es necesaria, se verán en 7 días los resultados. No sabemos la inercia de la enfermedad”, acentuó el profesional.

Tasa de incidencia similar a la del Chaco

Remondegui aconsejó un bloqueo completo en la provincia. Uno de los argumentos es que la tasa de incidencia es de 124 por cien mil duplicados. Mientras que el Chaco tiene una incidencia acumulada de 142 por cien mil. “Estamos en los talones de esa provincia. Si uno hace referencia al total de la provincia de ayer u hoy, teniendo en cuenta que en Ledesma (Libertador General San Martín) la tasa de incidencia es 4 veces más alta" respecto que la de otras localidades, comparó.

La duplicación de casos parece ser que es 7 o menos de 7, y está cubierto el 80% de camas”, sostuvo citando un informe del COE del domingo último.

“(En la ocupación de) las camas en terapia el promedio es de 30 días, son camas frenadas. El promedio de la mortalidad que tenemos es alta, se estaría testeando menos y el denominador cambia aumentando la mortalidad". agregó. Dijo que el promedio de muertes en Jujuy es de "entre 3 y 4, cuando el promedio nacional es menos de 2”.

Además, recordó que el equipo de salud está disminuido porque hay un 30% afectado por la pandemia y otro tanto en cuarentena, de manera que hay una gran debilidad en el recurso humano.

El infectólogo consideró que el contexto del día del amigo, la permisividad que hubo, aportaron en la diseminación del virus con esa tasa que se viene dando.

Dijo que del "cierre definitivo" que propuso "recién se verían los efectos a 7 o 10 días, es decir que la inercia que tenemos es más compleja. Lo importante es no dilatar las decisiones”, advirtió.

Sin embargo, Remondegui aclaró que no está "corrigiendo las cosas. En su momento le dije al doctor (Omar) Gutiérrez (director del COE) que no estaba de acuerdo que se cierre la provincia cuando no había casos en el principio y lo hicieron acá, después a nivel nacional, y con cierto atropello". En cambio, "la situación de ahora amerita reflexionar y priorizar la vida de las personas”.

Si esto se duplica en 7 días con solo 600 casos más ya ocupamos las 300 camas, porque el 5%, 5 de cada 100 van a terapia, de manera que habrá una saturación pronta. Me parece que son los argumentos y no dudar de regresar a Fase 1. También considero las actividades económicas y el bolsillo de la gente pero hoy el escenario es otro y muy grave”, alertó.

Retraso de datos oficiales

El reporte diario entre el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino y el COE de Jujuy tiene un retraso importante. No coinciden los números. Ayer saltó a la luz cuando el informe nacional expresaba que de los 54 fallecidos registrados en el último día en todo el territorio nacional, 24 pertenecían a Jujuy en un día.

El ministro de Salud de la provincia explicó a medios nacionales que “ son muertes y contagios que ya habían sido registrados a nivel provincial, pero que no habían sido cargados en el sistema de conteo de todo el país”.

Hay otras deficiencias en la información oficial. Por ejemplo, la cantidad de positivos en la minera EXAR, en la localidad de Susques, y los de la empresa Ledesma, en Libertador General San Martín, son casi un misterio. Son zonas rojas por el alto contagio. Son empresas privadas, pero debería ser el Estado provincial el que controle para tener un dato epidemiológico unificado. 

Se sabe que la minera tiene cerca de 200 casos positivos entre cerca de 600 trabajadores que están a 350 kilómetros de la capital jujeña, en plena Puna. No los dejan bajar a la ciudad, y denuncian que son víctimas de malos tratos ante la desesperación sanitaria.

Los trabajadores exigen el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad para evitar la propagación del virus, ayer se conoció un video de un intercambio entre obreros y el encargado, que termina diciéndoles que dejen de “romper las bolas con la limpieza”.

Los trabajadores afirman que no tienen contención en salud mental, viven una gran incertidumbre y angustia debido a que no saben los resultados de los tests que les realizaron, entre el 12 y 13 de julio, y reclaman información. Un encargado les dijo que “de una partida de 120 muestras, el laboratorio procesó alrededor de 80, habiendo 7 casos positivos de coronavirus, pero que no estaban individualizados, pues ese era el proceder del laboratorio”.

Por otra parte, en el otro extremo de la provincia, fue el propio gobernador quien expresó que “ha quedado muy comprometido el sistema de salud del departamento Ledesma”, donde se encuentra el ingenio homónimo. Los casos entre trabajadores de salud cuadruplican la media nacional y superan cifras internacionales. Además del número de contagios de trabajadores de la empresa Ledesma, que también reclaman el cumplimiento de protocolos estrictos para evitar la circulación del virus entre ellos, pero, según aseguraron, no tienen respuesta y la producción azucarera continúa.

Confirmando la posición del gobernador, de recibir ayuda de Córdoba, anoche a última hora llegaron a la provincia de tres médicos terapistas y cuatro enfermeros procedentes de la provincia mediterránea.