Luego del traspié sufrido la semana pasada en La Bombonera ante Talleres, Boca le ganó 2-1 a San Martín en San Juan por la fecha 17ª y continúa como único puntero del campeonato de Primera División, tres unidades por encima de San Lorenzo, que el sábado se había impuesto con autoridad a Quilmes.  Cristian Pavón abrió el marcador para la visita, en el complemento aumentó la cuenta el retornado Ricardo Centurión y sobre el final descontó Emanuel Dening para los locales, lo que provocó contrariedad en el técnico Guillermo Barros Schelotto, cuyo hermano Gustavo bastante antes se tuvo que ir expulsado por protestar. El encuentro se disputó con ambas parcialidades y más de 15 mil hinchas acudieron al estadio del Bicentenario en una tarde de calor inusual. Con el liderato intacto, los xeneizes recibirán la fecha próxima a Defensa y Justicia. Aun con relativa holgura en los promedios, los sanjuaninos siguen penando en los últimos puestos de la tabla y encima deben visitar a Olimpo, al que precisamente no le sobran los puntos.

Los xeneizes llegaron a tierras sanjuaninas con la misión de retomar la senda del triunfo y recuperar la soledad de la punta, que por algunas horas llegó a compartir con el Ciclón. Por su parte, el equipo local intentaría dar un batacazo, pese a que el historial favorecía a Boca con 6 victorias, tres empates y una derrota, precisamente el triunfazo histórico del 13 de abril de 2013, cuando San Martín goleó 6-1 a un equipo dirigido en esa época por Carlos Bianchi.

El partido inició con el protagonismo de los dirigidos de Guillermo, que recuperó como titular al picante Centurión y sus gambetas indescifrables. San Martín se replegaba en su propio campo y Boca parecía llevárselo por delante, hasta que de a poco el conjunto de Pipo Gorosito equilibró el trámite con una fórmula muy eficaz: superpoblar el mediocampo con el objetivo de anular al tridente Gago-Pablo Pérez-Bentancur. Montaña avisaba con un disparo de media distancia y Gago –con traje de lanzador– enviaba un pase a largo a Pablo Pérez que casi se coló en el arco de Ardente.

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El reaparecido Ricky Centurión anota el segundo para Boca.

No pasaba gran cosa y en eso Boca robó la pelota en el medio, los volantes sanjuaninos le reclamaron falta al árbitro, la jugada siguió por derecha con Pavón, quien en una jugada típica de Carlitos Tevez en tiempos no tan lejanos amagó, dejó a contrapierna a un marcador y con un derechazo la clavó en un ángulo. Golazo y justicia. 

En el complemento, San Martín se paró más en ataque en busca de un empate que, a juzgar por la endeblez defensiva que caracteriza a la última línea boquense, no parecía una quimera. Pero en su pretendida profundidad, los cuyanos se desprotegían. Boca estaba parado de contra y dispuesto a usufructuar cada distracción del rival, cuyo embates se hacían cada vez más débiles. Así, una pelota robada por Bentancur dejó muy mal parados a los sanjuaninos y en inmejorable posición a Benedetto, que avanzó como puntero derecho y cedió al medio del área para el ingreso de Centurión, quien consiguió marcar el segundo entre las piernas de defensores locales. 

El 2-0 era merecido y dejó casi nocaut a los locales. Pero Boca seguía atacando y un centro de Pavón fue cabeceado por Jonatan Silva apenas por encima del travesaño. Y en una gran jugada personal de Benedetto, el 9 quedó mano a mano con el arquero, lo eludió y su exigida definición de zurda casi termina en otro golazo. Tras ello, el goleador saldría reemplazado por Walter Bou, que entró muy enchufado y con ganas de engrosar su buen promedio de gol, pese a ser habitual suplente.

Pero sobre el epílogo el que llegó al gol fue San Martín. Un corner desde la izquierda encontró a Boca marcando –muy mal– en zona y Dening cabeceó prácticamente solo ante la mirada estática de toda la defensa xeneize. Eso pintaba algo de incerteza en el resultado, sobre todo cuando Peruzzi insistía en incursionar fallidamente en ataque y dejaba sus espaldas libres para que los locales se ilusionaran con la igualdad, lo desesperaba al Mellizo. Pero ya no habría tiempo. Boca se trajo tres puntos vitales para sus aspiraciones de campeonar, sonríe y mira al resto desde la cima.