“ Los alumnos redactaban las noticias en máquinas de escribir por triplicado en carbónico, después las volvían a tipear hasta alcanzar el número de copias necesario y luego las distribuían ellos mismos a los medios de Lomas de Zamora, Lanús, Almirante Brown y Esteban Echeverría, en colectivo, en bicicleta, como podíamos.” Así, con creatividad, fondos escasos y lejos de los recursos que ofrece actualmente la tecnología empezó a funcionar hace 30 años, en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), la primera agencia universitaria de noticias de Argentina y de Latinoamérica, que abrió un camino pionero en la búsqueda de aportar miradas plurales y brindar espacio a problemáticas desoídas por los grandes medios.

Uno de los fundadores de la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión (AUNO), Daniel Miguez, cuenta que el 2 de agosto de 1990 fue “un día de mucha alegría” porque se materializaba la idea gestada con integrantes del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales –y aprobada por el entonces decano Miguel De Luca– de crear un medio de comunicación en el ámbito de la institución y que posibilitaba a los alumnos tener “una experiencia de periodismo real; de buscar y redactar la noticia contra reloj y con el rigor que implica la responsabilidad de que iba a ser publicada en los diarios y revistas o leída en los noticieros de las FM de la zona”.

En esa redacción universitaria, creada por Miguez y sus docentes ayudantes de la cátedra de Periodismo Gráfico, Daniel Casal y Eduardo Videla, hicieron sus primeras prácticas periodísticas más de 1.000 estudiantes: “Me cuesta acordarme de todos. Es más fácil recordar al grupo de los primeros tiempos, que en su mayoría alcanzaron un importante desarrollo profesional, como Mariana Carbajal, Andrés Osojnik, Paula Trápani, Leonardo Torresi, Diego Schurman, Germán Ferrari, Gabriela Granata o Ana Laura Pérez. Más delante en el tiempo, María Julia Oliván, María Julia Mastromarino, Silvina Alonso, Andrea Rivas, Erwin Pérez, Paula López, Martín Voogd, Guillermo Dos Santos, Noelia Barral Grigera, Mariano Verrina, Rocío Magnani, Adrián Figueroa Díaz, Leonardo Castillo, Soledad Arréguez, Alejandra Fernández Guida, Ailín Bullentini, Luis Paz, Emiliano Rodríguez, Daniela Yaccar o Nahuel Lag, por mencionar sólo a algunos”.

AUNO se consolidó como una referencia periodística importante en el sur del conurbano bonaerense y muchas de sus producciones son reflejadas por medios nacionales. Con un abordaje regional de la agenda informativa, también cubre desde hace muchos años temáticas que los grandes medios no miraban, como ciencia y tecnología, tercer sector o cuestiones de género. Cuando las noticias son de alcance nacional, se trabaja con “una bajada local”, como por ejemplo el mapa interactivo con los casos de coronavirus en la provincia de Buenos Aires. Sus producciones diarias incluyen textos, audios y videos, y cuenta con un equipo de periodismo de datos. Además, tiene un programa en Conurbana Radio y durante varios años editó la revista El Cruce.

“Creo que contribuimos a sostener el prestigio bien ganado que tiene la UNLZ como formadora de periodistas. En los medios abundan los egresados que no llegaron a conocer la agencia –Rosario Lufrano, Daniel Dátola, Marcelo Figueras, Pedro Saborido, sólo por nombrar a cuatro compañeros de ruta–. Y el sistema de pasantías que buscamos implementar desde los primeros tiempos hizo que muchísimos chicas y chicos quedaran incorporados de manera permanente a los medios”, remarca Miguez, gerente de noticias de la TV Pública. Muchos estudiantes también aprovecharon la experiencia formativa en AUNO para generar proyectos autogestivos. “Es una alegría ver que la mayoría de los alumnos cuando desarrollaron su carrera profesional mantuvieron los principios éticos que intentamos trasmitir respecto al ejercicio del periodismo”, agrega.

Nuevos proyectos, nuevas miradas

Con los mismos pilares de formación, práctica preprofesional y relación con la comunidad, la agencia ANCCOM de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA privilegia la agenda social en la producción de noticias: “Nos convertimos en un canal para visibilizar conflictos, problemáticas y necesidades de un montón de sectores que la prensa comercial ignora”, remarca su coordinador periodístico, Diego Rosemberg. Y subraya que, además, estimulan “todo el tiempo el periodismo que se hace en el lugar de los hechos porque creemos que es la mejor manera de romper prejuicios”.

Creada hace cinco años a partir de un proyecto de varias cátedras, lleva publicada unas 2.000 notas y más de 8000 fotografías producidas por estudiantes de los últimos años de la carrera de Comunicación. Ahora sumaron audiovisuales y tienen una “corresponsalía” en la Universidad Nacional de Moreno.

“Consideramos al periodismo como un servicio social. No estamos al servicio del dueño de un medio ni de sus intereses económicos ni ideológicos. Ante esta concentración de medios y de agendas, una agencia universitaria puede hablar de un montón de temas. Nosotros hablamos de derechos humanos, de derechos y conflictos de los trabajadores, de diversidad de género, de diversidad cultural, de pueblos originarios, de comunidades afrodescendientes. Y por supuesto también de la pandemia, y de la deuda externa, pero con otras miradas, con otras fuentes”, afirma Rosemberg.

Por su parte, el director del portal Unidiversidad de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), Federico Kruger, sostiene que buscan desmarcarse de “la agenda más taquillera” que persiguen los medios comerciales para lograr más clicks. Sus producciones están muy relacionadas con el mundo universitario y de la investigación: “El desafío es poder instalar temas sensibles para la comunidad que de algún modo ayuden a mejorarle la vida cotidiana a las personas; tratar temas sensibles como el cambio climático, la equidad, la vida comunitaria o el cooperativismo”, asegura Kruger.

El portal integra desde hace seis años el sistema de medios de la UNCUYO y sus contenidos son producidos por estudiantes de la carrera de Comunicación que realizan prácticas formativas. “Queremos ser una voz para transmitir investigaciones, inquietudes, hipótesis de trabajo de la universidad para afuera”, enfatiza. Por eso, cuando abordan temas de la coyuntura política y económica regional o nacional, lo hacen siguiendo una huella propia y con el análisis de docentes, catedráticos e investigadores de la universidad para aportar una línea argumentativa diferente a la que buscan imponer los medios más fuertes de la provincia.

Desde la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), los estudiantes, graduados y docentes de las carreras de Periodismo y Comunicación Social que trabajan desde 2011 en la agencia Comunica también ponen el foco en producir contenidos periodísticos de interés social. Su coordinadora, Fernanda Álvarez, resalta que “la idea es poner en valor la pluralidad de voces emergentes en los nuevos escenarios de agendas periodísticas, ofrecer miradas nuevas con fuentes diversas y analizar siempre desde una perspectiva de derechos”. Una de sus coberturas más destacadas es la del juicio por delitos de lesa humanidad en el centro clandestino Monte Pelloni.

Con una mirada hacia el futuro, Álvarez considera “imprescindible que los presupuestos de las universidades contemplen el crecimiento de la esencial actividad periodística para garantizar que en estos espacios se lean y escuchen voces que no tienen lugar en los medios tradicionales”, y subraya como un desafío la generación de una unión de agencias universitarias en la que “se pueda trabajar de manera conjunta y encontrarnos para debatir nuestras propias necesidades”.

Algunos pasos en ese sentido se dieron con el portal Argentina Investiga, creado a partir de un acuerdo entre la Secretaría de Políticas Universitarias y el Consejo Interuniversitario Nacional, o en Al Sur, una agencia donde las universidades nacionales de las Artes, Arturo Jauretche, Quilmes, José C Paz, Hurlingham, Tierra del Fuego, La Rioja y Avellaneda se unieron para difundir sus producciones en asociación con el sitio Nodal. Pero la potencialidad sigue siendo enorme y el tratamiento serio, confiable y plural que los medios universitarios dan a las noticias se convierte en un aporte imprescindible en tiempos de periodismo cuestionado.

Foto: Camila Pantano