El secretario general del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), Matthieu Reeb, calificó como "lamentable" que el ex tenista cordobés Mariano Puerta haya mentido en su defensa por doping, luego de dar positivo un control en la final de Roland Garros en 2005, mientras que la Federación Internacional de Tenis (ITF) estudia reabrir el caso, pese a que ya está retirado de la actividad profesional.

"El hecho de que el jugador haya mentido delante del tribunal es muy lamentable, pero, como parte del procedimiento, tiene derecho a hacerlo, a diferencia de un testigo o un experto. A la luz de la ley suiza, no puede ser sancionado por eso", reveló Reeb.

En tanto, el dirigente suizo reflexionó sobre lo que puede llegar a ocurrir ahora que se conoció la mentira de Puerta: "La pregunta de si este arbitraje puede reabrirse debe hacerse a la Federación Internacional de Tenis (ITF), que fue la otra parte involucrada en el procedimiento. En teoría, podría haber un procedimiento de revisión basado en nueva evidencia".

El TAS, en su fallo de 2006, había evaluado que "en favor de Puerta se considera que ingirió agua, y no vitaminas, suplementos nutricionales, medicamentos o tónicos", pero tras la versión dada por el ex tenista al diario La Nación, donde admite que "mintió", la entidad envió un comunicado firmado por Reeb.

"El CAS (Court Of Arbitration For Sport) se ocupó de este asunto en 2006. Aunque la apelación de Mariano Puerta fue parcialmente confirmada, su segunda violación de la regla antidopaje (en 2004 ya había sido sancionado) fue confirmada por el CAS y se impuso una suspensión al jugador. El CAS consideró que la sanción automática de ocho años por un segundo delito era demasiado severa dadas las circunstancias y decidió imponer una prohibición de dos años", explica el escrito.

En tanto, desde la IFT indicaron acerca de los dichos de Puerta: "El artículo llamó nuestra atención sobre este caso. Analizaremos la información y decidiremos si requiere de algún proceder necesario en función de nuestras conclusiones".

En diciembre de 2005, tras las sospechas de dopaje de Puerta luego de llegar a la final de Roland Garros, la ITF determinó durante el proceso judicial que el jugador era "responsable" por lo que tomó y que "cualquier negligencia de su esposa (el argumento de la defensa) debe serle imputada a él".

Al mismo tiempo, el fallo aceptaba que el rendimiento "no fue potenciado" ya que "la cantidad de etilefrina en su organismo era demasiado pequeña para haber tenido algún efecto en su rendimiento". Por ende, se determinó era "muy duro", pero que Puerta conocía "los riesgos".

Puerta, quien fue el primer tenista de la historia en ser reincidente en casos de doping, reconoció esta semana haber mentido en su estrategia frente al TAS, en Lausana, para explicar cómo ingresó una sustancia prohibida (etilefrina) en su organismo en la final de Roland Garros 2005.

El ex tenista admitió que la estrategia de su defensa fue armada, por lo que no bebió de un vaso de su ex esposa que contenía gotas de Effortil, una medicación que utilizaba para los dolores menstruales y que contenía etilefrina.

En ese sentido, Puerta explicó que ingirió pastillas contaminadas realizadas en un laboratorio por un amigo de su preparador físico, Darío Lecman, el ex pesista argentino, quien acarrea varias sospechas por dopaje.