"El botón rojo siempre está a mano". Con esta imagen de tiempos de guerras frías, el presidente Alberto Fernández graficó lo que también precisó como "mucha preocupación" respecto a las cifras del avance de la pandemia y la situación sanitaria, advirtiendo que la vuelta a Fase 1 es una posibilidad que nunca deja de tenerse en cuenta. Este jueves el mandatario volverá a recibir al comité de expertos en Olivos, luego de acordar el lunes con el jefe de gobierno porteño la suspensión de la reapertura de bares y restaurantes al aire libre en la ciudad de Buenos Aires. Seguirán luego las reuniones con Axel Kicillof y Rodríguez Larreta, de cara al anuncio que se espera para el 16 de agosto, fecha fijada como fin de la actual etapa de aislamiento. El martes se registraron 241 muertos y 7043 nuevos casos de coronavirus, superando los 260 mil contagios  en el país.

"Veo con mucha preocupación el aumento de los casos. Veo una sociedad muy renuente a volver a la cuarentena y un sistema de medios que alienta a la libertad entre comillas", sostuvo Fernández. "Confío en que vamos a poder controlarlo, pero necesitamos de la gente. Y siento que la gente ve que se abren los negocios y siente que la vida a vuelto a la normalidad y no advierte que el virus está circulando", advirtió en declaraciones a Futurock. Nuevamente apeló a la "responsabilidad social", como viene haciendo en cada anuncio de extensión de la cuarentena obligatoria. 

"Nadie quiere prohibir que la gente vea a sus hijos y seres queridos. Pero queremos que no se enfermen. Cuando se contagia uno solo, la velocidad de contagios es enorme. Hay que tener muy presente el riesgo en el que estamos. Tenemos que darnos cuenta que estamos en una pandemia", subrayó el Presidente. 

La evolución de ocupación de camas de terapia intensiva es el indicador que siguen con preocupación los funcionarios y expertos para tomar decisiones sobre la zona crítica del AMBA, donde hasta el martes se contabilizaba un 68,6% de ocupación de unidades de terapia intensiva (UTI) y se concentraba un 80% de los contagios del país. 

Pero hay otras cifras: En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, cuatro de cada diez testeados por el plan DetectAR Móvil dieron positivo en coronavirus. El Gobierno de la ciudad informó el martes, a través de un comunicado, que de 12.492 porteños que se realizaron el PCR, 4.891, un 39 por ciento, resultaron positivos en el operativo desplegado hasta el momento en 29 barrios, conjuntamente con el Gobierno nacional. 

La práctica de deportes individuales y la reapertura de comercios de las zonas de Once y Flores, son las posibles variables para alguna apertura de la cuarentena "escalonada" que proponen desde el gobierno porteño. Los primeros podrían realizarse con prácticas en instituciones deportivas y sedes de clubes "sin uso de áreas comunes" (vestuarios, por ejemplo). Para analizar la posible reapertura comercial, el jueves habrá una reunión en la sede del Ejecutivo porteño con la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad (Fecoba). Desde el gobierno provincial, en tanto, se sigue planteando la necesidad de que no haya cambios, como condición para que no colapse el sistema. 

El ministro de Salud, Ginés González García, evaluó ayer los logros alcanzados hasta el momento con la cuarentena , destacando que "seguimos teniendo un bajo número de muertos, que es lo que quisimos evitar de entrada".  En sus declaraciones también cuestionó la postura crítica con la cuarentena de su antecesor en el cargo, Adolfo Rubinstein. "No sólo ha sido un pésimo ministro, sino que es peor exministro", lo criticó, le recriminó el "daño" realizado en materia sanitaria durante su gestión y lo responsabilizó por las medidas "aperturistas" adoptadas por algunas provincias.

"Por hacerle caso, algunos de sus correligionarios tomaron medidas de aperturismo masivo, y eso es hoy Jujuy. Bastante daño hizo antes como para que siga haciéndolo ahora. Mendoza también ha actuado porque él es consejero allá y dice cosas. No solo ha sido un pésimo ministro, sino que es peor exministro", criticó.