A poco de cumplirse dos meses de prisión, el lunes le dieron la libertad a los siete remiseros detenidos en la represión del 11 de junio frente a la Legislatura de Salta. Desde el 17 de junio ya le habían otorgado la prisión domiciliaria a seis trabajadores. En tanto, el séptimo, Marcos Ángel José Carabajal, quedó preso en la Ciudad Judicial tras ser señalado como la persona que hirió a uno de los dos policías.

“Llegamos a una suspensión de juicio a prueba”, dijo el abogado de Carabajal, Rodrigo Anachuri. Explicó que esto consiste en que por un año los acusados deben mantener buena conducta y con ello se posibilitaba el archivo de la causa. “Se deben abstener de ingerir bebidas alcohólicas y estupefacientes y también deben evitar cualquier tipo de agresión con las víctimas”, afirmó el abogado. 

Desde el mediodía del lunes, además de Carabajal, fueron puestos en libertad Francisco Flores, Juan Vega, Hugo López, Joel Salvador, Martín Cruz y el delegado de la Unión de Conductores de Remises y Afines de Salta (UCRAS), Sergio Salinas.

En la represión también quedaron heridos dos policías: el comisario Daniel Enrique Catacata y el cabo Álvaro Guanca. El juez de Garantías 4, Diego Rodríguez Pipino, resolvió que los siete trabajadores deben pagar $75 mil a Catacata por las lesiones causadas en su rostro. Por ello, deberán abonar del 1 al 10 de septiembre la suma de $30 mil pesos y luego nueve cuotas de $5 mil.

En la causa nada se dice sobre las heridas ocasionadas a los remiseros durante la represión y por las que Carabajal tuvo que ser internado. En cuanto a su salud, el abogado sostuvo que durante los dos meses de detención, sufrió depresión y bajó casi 20 kilos.

La suspensión del juicio a prueba también se logró porque la fiscala Mariana Poma redujo los cargos y sacó la causante de coacción agravada y dejó solamente la carátula de lesiones graves, explicó Anachuri. Esto quedó establecido en la audiencia realizada en la Sala de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial.

Por su parte, el representante de los remiseros, Sergio Salinas dijo que llegaron a la determinación de aceptar ese fallo aunque "de alguna manera estamos asumiendo la culpa, pero sabemos que no somos eso que se dice en la causa”. “Lo único cierto es que nuestros tiempos económicos se agotaron, nuestro compañero seguía en Ciudad Judicial sin motivos y ahora podemos hacer normalmente nuestra vida porque no somos delincuentes”, señaló.

Recuperar la libertad no significó abandonar su postura ante el reclamo, dijo el trabajador: “Vamos a seguir en la lucha de una manera más formal, pero vamos a seguir hasta el último porque se trata de un reclamo justo”.

Los choferes se habían movilizado en junio solicitando el cambio en la modalidad de entrega de licencias y pedían que sean otorgadas a los trabajadores y no a las agencias de remises, como sucede ahora. Denuncian que son explotados por las 53 remiseras que existen en la Capital, que les cobran un canon diario para permitirles trabajar.

En referencia al pago a Catacata, Salinas manifestó que harán rifas para afrontar los gastos. “Estamos afuera y habrá que seguir, si las intenciones de las autoridades eran dar un escarmiento no lo lograron”, sostuvo.

"No fue ajena la política"

Los trabajadores fueron puestos en libertad pasado el mediodía. El abogado de Carabajal dijo que “lo ideal hubiera sido el sobreseimiento”. 

Sin embargo, “probar el sobreseimiento en una causa donde no fue ajena la política porque hasta el mismo vicegobernador (Antonio Marocco) estuvo presente, hubiera implicado ir a juicio”, señaló Anachuri. Un custodio amenazó a los trabajadores en plena represión y después fue respaldado por el funcionario.

En ese sentido, el abogado dijo que llegar a juicio se tendría que haber esperado hasta el año que viene y “los trabajadores no pueden seguir esperando porque tienen la necesidad de salir a trabajar”.

No fue lo idóneo, pero era lo más rápido para obtener la libertad porque los tiempos de la justicia no son los tiempos de los trabajadores”, destacó.