Un lote de carne congelada podría haber causado el rebrote de coronavirus en Nueva Zelanda. Este martes, la primera ministra Jacinda Ardern confirmó que, después de 102 días sin infecciones, se detectaron cuatro casos de covid-19 en la ciudad de Auckland. El país se mantendrá en cuarentena hasta el viernes.

Los nuevos casos corresponden a una familia cuyos integrantes no viajaron al exterior en el último tiempo. "Estamos trabajando duramente para encajar las piezas de este rompecabezas para saber cómo se infectó esta familia", aseguró el director general de Salud de Nueva Zelanda, Ashley Bloomfield. Asimismo, informó que se detectó otro caso de covid en los centros de cuarentena para viajeros.

Las autoridades neozelandesas están trabajando para determinar el origen de la infección. Para eso, examinarán el centro de refrigeración de alimentos de Auckland, donde trabaja una de las personas infectadas. "No hemos tenido transmisión local por un buen tiempo -afirmó Bloomfield-. Sabemos que el virus puede sobrevivir en ambientes refrigerados por mucho tiempo".

Las autoridades sospechan que el origen de los casos podría estar en una carga importada. Esta semana, las autoridades de la ciudad portuaria china de Yantai detectaron la presencia del coronavirus en paquetes de mariscos importados procedentes de la localidad Dalian, al noroeste de China. En esa zona se cerraron varios mercados en julio después de detectar trazas de coronavirus en la pared de un contenedor y en paquetes de camarones congelados procedentes de Ecuador.

Además, se harán pruebas genómicas, especialmente en la localidad de Rotorua, a 192 kilómetros al sur de Auckland, dado que dos miembros de la familia infectada viajaron a ese lugar turístico el fin de semana pasado, según explicó Bloomfield.

El gobierno de Nueva Zelanda confinó nuevamente a su población. Los habitantes de Auckland tienen salidas limitadas y está restringida la venta de alimentos. Asimismo, se ordenó el confinamiento total en los geriátricos y casas de salud para proteger a los adultos mayores. "Me doy cuenta de lo increíblemente difícil que debe ser para aquellos que tienen a sus seres queridos en estos centros, pero es la mejor forma de protegerlos", lamentó Ardern.

La primera ministra también puso en duda la realización de las elecciones. "Es demasiado pronto para tomar una decisión, pero si fuera necesario tenemos un poco de flexibilidad para retrasar las elecciones", aseguró.

Su rival, Judith Collins, líder del Partido Nacional, pidió que los comicios se posterguen hasta noviembre o hasta el año que viene. "Es muy difícil tener un voto democrático si la gente no puede votar, este es el problema", argumentó.

El gobierno de Ardern fue elogiado a nivel mundial por su forma de gestionar la pandemia de covid-19. En marzo, con apenas 50 casos de coronavirus, se impuso la cuarentena. En total, Nueva Zelanda tuvo 1.224 casos y 22 muertos en una población que de 4,8 millones de habitantes.