Desde hace 60 días, las y los trabajadores de la Algodonera Avellaneda, una empresa del grupo Vicentin, realizan un paro por aumento salarial, ya que sus ingresos no alcanzan a ser de 120 pesos por hora de trabajo. En la madrugada del martes, el abogado de Vicentin, Héctor Vizcay, se presentó en la puerta del Parque Industrial de Reconquista --donde está emplazada la textil que emplea a 430 personas y factura 5300 pesos por minuto-- para intentar que ingresaran unas 15 personas llevadas para romper la huelga. Fueron acompañados de cuatro patrulleros y una intensa presencia policial. La Asamblea de Trabajadores en Lucha estaba en el acampe frente a la planta y dos hombres --arengados por el profesional de la empresa-- embistieron a dos manifestantes: la delegada Sonia Zanel y Lucía Calderón. Las trabajadores fueron hospitalizadas, aunque fuera de peligro y por la tarde estaban en sus casas. Desde el mediodía hubo corte de protesta en una mano de la ruta 11. 

Zanel alertó el peligro de esta escalada de violencia empresaria. "Por suerte no pasó nada grave. Ante una reacción así de estos compañeros que fueron para chocarnos, los muchachos no los agredieron, porque hubiese sido una locura todo esto", dijo la delegada que encabeza la lucha, no sólo contra la patronal sino también contra las conducciones sindicales de SETIA Y AOT, los dos gremios textiles que acordaron las condiciones de trabajo que incluyen --como ya publicó Rosario/12-- el pago de una parte de los magros salarios --un promedio de 25.000 pesos-- con vales del frigorífico Friar, también de Vicentin. Ahora, la mayoría de les trabajadores están encuadrados en el Sindicato de Aceiteros y Desmotadores de la zona, que encabeza la lucha por mejoras salariales. 

"La responsabilidad es del grupo económico Vicentin y del Ministerio Público de la Acusación, que evidentemente trata de proteger al grupo económico. El MPA no intervino, llamé a todos los fiscales durante la madrugada, pero ninguno estuvo presente cuando atropellaron a dos mujeres y tanto el doctor Vizcay tanto como quienes embistieron se encuentran en estado libertad", dijo la abogada Luciana González, que representa a las y los trabajadores. La profesional recibió amenazas desde cuentas de Facebook truchas, pero en la Fiscalía su denuncia fue desestimada sin realizar ninguna investigación. 

La intención del grupo Vicentin es que los y las 430 trabajadores vuelvan al trabajo sin conseguir ningún aumento de sueldo. La semana pasada, las cámaras empresarias de la región se reunieron en la Sociedad Rural para pedirle al gobierno provincial que obligue a los trabajadores a retomar sus tareas, sin la mejora salarial reclamada. "El conflicto sigue igual, 60 días de paro, 60 días llevamos sin cobrar. El viernes tuvimos una reunión con Robertito Vicentin, los seis delegados de fábrica y el señor Vizcay, tratamos otra vez de destrabar la situación, pero ellos quieren que entremos a trabajar, que prendamos la empresa y después negociar. Nosotros dijimos que no, estamos pidiendo un aumento salarial, y no podemos entrar, estar 60 días afuera y entrar con las manos vacías", expresó Zanel, quien recordó que la lucha gremial de Algodonera Avellaneda es ciclópea, contra todo el poder económico de la zona. "Todo lo que es poder judicial, estamos más custodiados que no sé qué. Te das vuelta y tenés la policía, la fiscalía encima nuestro. Cuando cortamos la entrada del Parque Industrial, y a cada paso que damos, estamos hostigados por la policía, no nos sentimos libres de expresar lo que estamos reclamando", dijo Zanel. Desde el Movimiento de Mujeres y Disidencias de Reconquista, Eliana Ibarra llamó a una asamblea que se realizará hoy para definir medidas.