Invitación

Señora interventora del Pami delegación Rosario, yo la invito a que por unos minutos deje su despacho y vea con sus propios ojos la atención que estamos recibiendo los jubilados/afiliados de PAMI en el Sanatorio IPAM. Nos han trasladado la atención a un lugar extremadamente chico.

Yo la invito a que vea la sala de recepción, con capacidad de 40 sillas, con personas discapacitadas esperando en la vereda, con bastones, trípodes y sillas de ruedas.

Yo la invito a que piense qué va a pasar en temporada invernal o días de lluvia, y que piense en las altas temperaturas actuales, en las esperas en la calle al rayo del sol. Además, adentro hay sólo 2 ventiladores.

Yo la invito a que vea los 5 sillones para los 2 consultorios que no dan abasto para los 4 médicos que atienden en el local, abarrotados con personas con dificultad de traslado.

Yo la invito a que vea la oficinita de 2 x 2 en la que meten como a animales a 4 personas (o más, si van con un familiar) porque hay 4 puestos de atención encimados unos con otros.

Yo la invito a que sea más humana. El jubilado mansamente acepta su derrotero, y muchos se quedan de brazos cruzados, "porque total no tienen nada que hacer y pueden esperar", y en esto va la crítica a empleados y directivos del IPAM; y a los familiares, que los dejan como objetos con un celular (que a veces ni saben usar) para que les avisen cuándo los vienen a retirar, como a paquetes inservibles.

Yo la invito a que exiga al IPAM y al resto de los efectores contratados que nos den una atención digna, la correspondiente contención desde el momento en que ingresamos: no se pueden seguir con esperas de 2 horas para turnos, 2 meses para atención de especialistas. No puede ser que los médicos de cabecera estén nada más que para dar recetas.

Yo la invito a que mejore el sistema de atención en la Delegación. La felicito por haber querido ampliar el horario y lamento el rechazo del los gremios, sabiendo la deficiente atención al afiliado.

Yo la invito a debatir qué queremos para nuestra Obra Social, con reuniones períodicas, en horarios y lugares accesibles para todos, para ver cómo salimos de esta coyuntura.

Gustavo Alejandro Lowden