En sintonía con la recuperación gradual de la economía que viene anunciando tanto el gobierno como el sector privado, el Estimador mensual de actividad económica (EMAE) calculado por el Indec para junio mostró un incremento de 7,4 por ciento en relación al mes anterior y recuperó parte de la retracción acumulada en el período marzo-abril. Sin embargo, la caída acumulada del primer semestre se mantiene en niveles récord de dos dígitos, alcanzando 12,9 por ciento en relación al mismo período de 2019.

La caída interanual, que es el dato que se utiliza normalmente al comparar años de relativa estabilidad económica para evitar que influya el factor estacional, fue de 12,3 por ciento. Este dato sin embargo fue más optimista que el pronosticado por consultoras privadas: según el promedio de un sondeo de las proyecciones de analistas locales y extranjeros realizado por la agencia Reuters, la economía iba a caer 14,3 por ciento interanual, dos puntos por encima de lo que en realidad ocurrió.

Sin embargo, luego del desplome de la actividad en 17,6 por ciento en abril, los ojos están puestos en el incremento desestacionalizado, que muestra la evolución mensual y comenzó a dar signos de recuperación desde mayo.

"La mejora de junio es producto de un relajamiento de la cuarentena por el lado de la oferta. La mayor flexibilización de las restricciones a la circulación en la industria y el comercio, se habilitaron sobre todo en las provincias menos afectadas por la covid-19", señala el informe. 

El gobierno espera que con la apertura de la industria, los niveles de actividad alcancen más pronto que tarde a los números pre pandemia, que ya alertaban sobre una economía deprimida tras dos años de recesión. En este sentido, el indicador más actualizado para sondear la actividad es la demanda de energía eléctrica, que se recupera sobre todo en el segmento de grandes usuarios (o industrias). En los últimos días hábiles de julio y principios de agosto, la demanda se ubicó alrededor del 87 por ciento respecto a la previa a la cuarentena, lo que sugiere que la industria se está acercando a su nivel de producción de marzo, informó Cammesa.

Por sector

Con algunas pocas excepciones como la intermediación financiera y los servicios de electricidad, gas y agua, que aumentaron 4,8 y 3,6 por ciento por ciento, el resto de los sectores registró caídas interanuales. Uno de los más afectados fue el sector turístico: el segmento hoteles y restaurantes sufrió una caída de 62,7 por ciento interanual. 

El rubro de construcción también resalta negativamente, con una caída de 41,9 por ciento interanual. Más allá de que es más leve que la de los hoteles, es uno de los números que se miran con más atención porque se trata de una actividad que impacta directamente en el empleo y sobrerreacciona, a la vez que alimenta positiva y negativamente en el desempeño de la actividad económica. 

Del resto de los sectores, los de mayor incidencia muestran un patrón común: importantes caídas en el nivel de actividad respecto de junio del año pasado, pero menores a las verificadas en la comparación interanual de abril y mayo. 

La industria manufacturera tuvo una baja de actividad del 7,3% con respecto al año pasado. En Explotación de minas y canteras (incluye al sector Cemento), la baja es del 15,5%. Para Agricultura y Ganadería se computó un retroceso del 9,6% y en Transporte y comunicaciones, llegó al 20,8%, siempre comparando junio de este año con el mismo mes de 2019. 

Es la pandemia

La recuperación gradual de la economía de la mano de la apertura de comercios e industrias y actividades sobre todo en aquellas regiones del país donde el nivel de contagios se encuentra controlado, no permite bajar la guardia con respecto a lo que desde algunos sectores de la oposición quieren instalar. El ex presidente Mauricio Macri declaró hace unos días desde Francia: "Este modelo de cuarentena sin salida de Alberto Fernández no va más. La economía va a explotar totalmente".

Para derrumbar este mito, solo hace falta mostrar algunos contrafácticos y observar cómo se comportaron los indicadores análogos del EMAE en países del mundo que no acudieron al aislamiento obligatorio como modo de frenar los contagios. Estados Unidos, que lidera el ranking  de contagiados (5,7 millones) y también de muertos (177.143), sufrió una contracción de su economía en un 32,9 por ciento entre abril y junio, la mayor caída trimestral registrada desde que se tienen registros en la Oficina de Análisis Económico. 

La economía brasileña, cuyo presidente es uno de los líderes de la militancia anticuarentena, también sufrió una caída de casi 11 por ciento interanual en el segundo trimestre de 2020. El país vecino es el segundo a nivel mundial en muertes por covid-19: acumula 112.304, y 3,5 millones de infectados.