Argentina sigue sumando avances en la carrera por la vacuna contra el coronavirus. El gobierno nacional anunció este viernes un acuerdo con el gobierno de China para probar una de sus vacunas en nuestro país. Es la desarrollada por el laboratorio Sinopharm Group y se suma a las vacunas de la Universidad de Oxford y AstraZeneca, y a la de Pfizer y BioNtech, esta última en etapa de prueba en el Hospital Militar Central de la Ciudad de Buenos Aires. 

Para la realización de los ensayos clínicos de la fase III de la vacuna china, la farmacéutica internacional se asoció a nivel local con el Laboratorio Elea Phoenix. Uno de los accionistas de Elea es Hugo Sigman, dueño del Grupo Insud, al que pertenece el laboratorio mAbxience,  cuya planta en Garín, provincia de Buenos Aires, fabricará la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford.

El camino para las pruebas quedó allanado tras la aprobación de los ensayos por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).  “Estamos ansiosos de que empiece el estudio para obtener resultados y compartirlos”, expresó el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.

El ministro destacó el esfuerzo de nuestro país y manifestó “el orgullo argentino de contar con capacidad técnica, desarrollo tecnológico y trayectoria clínica”. A la vez, resaltó “el enorme trabajo y reconocimiento internacional que tiene la ANMAT".

Por su parte, el presidente de Sinopharm Group, Liu Youg, reveló que desde junio se mantienen reuniones y encuentros técnicos con integrantes del Ministerio de Salud de la Nación y con el embajador argentino en China, Luis María Klecker, con el fin de lograr consensos para la colaboración internacional. También en estas negociaciones participó la Embajada China en Argentina.

“Aunque China y Argentina están separadas por un océano, están profundamente conectadas de corazón a corazón frente a la pandemia y estamos luchando lado a lado y avanzando hacia el mismo camino”, declaró. 

La mirada de los especialistas

La noticia fue festejada por refentes de la salud locales. Desde Fundación Huésped se limitaron a expresar su felicidad por el acuerdo y declararon que esperan con ansias poder empezar a trabajar sobre ello. "Por ahora nos encontramos en la etapa preparatoria: en la selección de los centros que van a participar, el plan de monitoreo y todo aquello que garantice la calidad del estudio con los estándares exigidos tanto nacionales como internacionales con los que trabaja Fundación", explicaron.

En diálogo con Página/12 el médico infectólogo del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Ricardo Teijeiro, analizó las diferencias entre las distintas vacunas a desarrollar por el país: "Son distintas tecnologías a implementar.  Se necesita una gran cantidad de producción para una gran parte de la población mundial".

En este sentido, el especialista aclaró que las vacunas a producir en el país están todas en fase III y que una vez concluidos los estudios "habrá que demostrar cuál es la más efectiva y la más segura de todas".

Por otro lado, detalló cómo funciona la vacuna china: "Hay vacunas que son con virus vivos y otras con virus inactivados, como la de Sinopharm. Esto quiere decir que el virus no es viable, no te puede producir enfermedad. Son partes del virus que actúan para que tus anticuerpos reconozcan esa partícula que no puede enfermrar, que es símil a la que tiene el virus vivo, entones cuando ingresa el virus vivo a tu organismo lo reconoce y lo inactiva".

En la misma línea se pronunció Ángela Gentile, jefa del departamento de Epidemiología del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez” e integrante del Comité que asesora al Gobierno: "Todas las vacunas que entraron a fase III, que son 6 en el mundo, son muy buenas. Ahora tienen que demostrar la eficacia".

"La fase III se hace al mismo tiempo que la producción y es a riesgo. Esto es producto de que estamos atravesando una pandemia, por eso es importante que haya varios laboratorios productores", detalló a Página/12.

"Participar de la vacuna te muestra qué eficacia tiene una vacuna cuando se prueba en tu población y te da una mayor posibilidad de acceder a la misma si llega a una fase III exitosa", opinó el jefe de Patologías Regionales y Medicina Tropical del Hospital Muñiz e integrante del Comité que asesora al Gobierno, Tomás Orduna.

En declaraciones a este medio, el médico infectólogo destacó los avances a nivel mundial: "Cuantas más vacunas lleguen a fase 3 mucho mejor para el mundo, porque puede haber más de un modelo que toma a distintos grupos poblaciones".

Vacuna de Pfizer y BioNtech

La vacuna elaborada por la compañía estadounidense Pfizer y su par alemana BioNTech ya comenzó con sus pruebas en Argentina. En el país, el proyecto es liderado por el médico especializado en virus respiratorios Fernando Polack. Los voluntarios fueron reclutados desde la Fudación Infant, que Polack dirige, en el Hospital Militar de la Ciudad de Buenos Aires. De más de 25 mil postulantes, fueron seleccionados 4.500 voluntarios.

Esta vacuna utiliza tecnología experimental conocida como ARN mensajero, un mecanismo genético para inducir al cuerpo humano a producir ciertas proteínas que generan anticuerpos e inmunidad celular contra el nuevo coronavirus.

La vacuna ya atravesó con éxito las fases 1 y 2 de prueba. Las personas que se sometieron a las pruebas desarrollaron una cantidad de anticuerpos que superan a los que presentaron los pacientes recuperados de la covid-19.

Vacuna de Oxford

El miércoles 12 de agosto, el presidente Alberto Fernández, y el ministro de Salud, Ginés González García, anunciaron desde una conferencia en la Residecia de Olivos que Argentina y Mexico serán los encargados de producir y distrbuir la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y la empresa farmacéutica británica AstraZeneca. Se estima que la potencial vacuna estará disponible para el primer semestre de 2021.

El laboratorio argentino mAbxience fue el elegido para producir el principio de activo de la vacuna, mientras que México se dedicará a envasarla para su posterior distribución de forma equitativa, según la demanda de cada país. El desarrollo de la ciencia y la tecnología del país fueron fundamentales para la selección de Argentina en los ensayos clínicos, lo cual garantizará prioridad a la hora de acceder a la misma.

La vacuna de Oxford, que se encuentra desarrollando los estudios de fase III, está basada en un adenovirus, un patógeno que suele infectar a humanos y también a otros animales, que tradicionalmente causa resfríos en chimpancés. El sistema inmune humano detecta al agente infeccioso y esa respuesta inmunológica puede ser útil para el Sars CoV-2 y así prevenir la enfermedad. 

La revista científica The Lancet publicó un estudio realizado con 1077 voluntarios, adultos sanos de entre 18 y 55 años, que arrojó que la vacuna de Oxford es segura. Una dosis generó en el 95 por ciento de los participantes un aumento en los anticuerpos contra el virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19.

Desde el laboratorio estiman llegar a un piso de producción de 150 millones de dosis y un techo de 250 millones. Se calcula que en Latinoamérica, excluyendo a Brasil, se van a necesitar 230 millones de dosis.

Las autoridades adelantaron que habrá prioridades para el acceso a la vacuna, entre los que se encuentran los trabajadores de salud y las personas con patologías previas. Según informó Alberto Fernández, "es un proyecto sin fines de lucro" y el acceso a la vacuna tendrá un precio razonable de 3 a 4 dólares por dosis.