Entre las novedades audiovisuales, dos se destacan. Una de ellas se estrena hoy en Cont.Ar y completa así su andadura. Se trata del cuarto capítulo (unitario) de la serie santafesina Episodios Criminales, escrita y dirigida por Baltasar Albretch y Gastón del Porto, con producción de Paula Rodríguez.

El episodio de hoy es relevante porque está dedicado al “Secuestro y muerte de Abel Ayerza”. El hecho ocupa un lugar importante dentro de la historia criminal de la región, y toca de lleno a la mafia rosarina de los años ’30. El secuestro de Ayerza motivó un escándalo que todavía se recuerda. Entre otras consideraciones, por haber puesto en evidencia el vínculo entre el poder policía y la mafia. Una connivencia que, dado el impacto público, debió encontrar otras maneras para funcionar. Como lo expresa el escritor y periodista Osvaldo Aguirre, uno de los entrevistados, “la mafia no desapareció”. Lo que sucedió fue una obligada reestructuración. Las raíces hay que buscarlas en estos hechos.

Justamente, éste parece ser uno de los propósitos de esta serie notable, que articula ficción y documental en virtud de los capítulos narrados. El episodio de Ayerza ofrece variadas aristas de interés, en un derrotero que articula la localidad de Marcos Juárez con la de Rosario en un entramado que sería digno guión de largometraje. Entre las situaciones que se señalan, hubo dos intentos de pago, el primero de ellos frustrado, y una cifra excesivamente alta pero acorde con la familia de procedencia: los Ayerza eran pudientes y se codeaban con la clase política de su época.

El secuestro, sucedido el 23 de octubre de 1932, tuvo ecos fuertes entre la policía local y la de Buenos Aires; y algunos de los responsables del asesinato lograrían ser identificados, entre ellos los hermanos Pablo y Vicente Di Grado. Aquí surge lo paradójico, ya que se trata de un crimen donde por primera vez la mafia ejecuta a la víctima tras recibir el pago solicitado. Hubo quienes señalaron como causa un telegrama confuso: donde decía “Manden al chancho” (liberen a la víctima) se habría entendido “Maten al chancho”. Otras fuentes más confiables apuntan al temor de los hermanos Di Grado a ser reconocidos por Ayerza en el futuro. Como sea, los titulares dieron por sentado que los “principios” de la mafia ya no eran lo que decían. “Chicho Grande”, de alguna manera u otra, aparece vinculado al hecho.

Además de Osvaldo Aguirre, del capítulo participan los escritores y periodistas José Luis Pagés, Rogelio Alaniz y Ricardo Marconi, en el marco de recreaciones –entre ellas, el formato “fotonovela”- y un material de archivo profuso. Con “Secuestro y muerte de Abel Ayerza”, la serie Episodios Criminales ya puede ser vista de manera completa en la plataforma Cine.Ar, junto con “El Caníbal de Cayastá”, “El Triple Crimen de Estación Clucellas”, y “El Crimen del Juzgado de Paz”. De manera grupal, el reparto reúne los nombres de Germán De Silva, Raúl Kreig, Gustavo Guirado, Javier Bonatti, Adrián Cáceres, Mariana Mathier, Lola Vitale, entre otros.

El otro estreno es el del cortometraje Humedal, cuyo título da cuenta evidente de la urgencia que lo motiva. Dirigido por Franco Doyen, a partir del guión coescrito con Celso Florance, esta producción de Punch Cine apunta de manera sarcástica, grotesca, a las quemas actuales que sufren las islas. Y no duda en apuntar a un empresario codicioso como causa metafórica suficiente.

El corto, que puede verse en YouTube, encuentra uno de sus méritos en la tarea protagónica de Federico Giusti, quien exagera sus gestos y decires, sin pudor y en voz alta: “Soy un híper mega archi empresario ganadero, y hoy voy a prender fuego 2.204 hectáreas”. De los fósforos pasa a un lanzallamas, al compás de la Cabalgata de las Valkirias de Wagner. Lo que incendia y manipula a su antojo es una maqueta –a cargo de la directora de arte Carla Catelli-, hábilmente trabajada desde la fragmentación de los planos en la integración con la tarea del actor. En este sentido, no puede evitarse pensar en las tantas maquetas que Godzilla y monstruos similares pisotearan en el cine de décadas atrás. La tragedia a la que se alude es lo que importa. Y también la manera desde la cual retratarla: ésta funciona en su desparpajo, mientras señala su preocupación.

El cortometraje de Punch Cine cuenta con el apoyo de las agrupaciones El Paraná no se toca, STS Rosario, Fridays For Future Rosario, Rebelión o Extinción, Jóvenes por el Clima, P.I.A.R.A. y Taller de Comunicación Ambiental. El equipo técnico se completa con Tomás Pasini (Dirección de Fotografía), Tomás Lombardo (Jefe de Producción), Facundo Battocchio (Dirección de Sonido), Lucas Tamborenea (Efectos especiales).