Jésica Olivera tenía a su hija de dos años en brazos cuando Juan Manuel Saucedo la atacó en la calle, en abril de 2018, con una cuchilla. Ayer fue condenado por unanimidad a la pena de prisión perpetua por el femicidio de la joven que tenía 28 años y otros dos hijos cuando fue apuñalada 18 veces por el sentenciado, quien debía estar cumpliendo prisión domiciliaria, condenado por dos hechos de robo. Ayer, también fue declarado reincidente.

El 15 de abril de 2018, en Sánchez de Loria, entre Schweitzer y Ayala Gauna, de barrio 7 de Septiembre, Saucedo (de 24 años) y Jésica volvían de un cumpleaños de 15, alrededor de las 4.30 de la madrugada. En plena calle, el imputado comenzó a propinarle "múltiples golpes y heridas cortantes con un arma blanca", que luego fue secuestrada por el personal policial que llegó al lugar. Con ellos estaba la nena de dos años, en brazos de su mamá. Pero ni siquiera eso detuvo a Saucedo, que le gritaba a la joven: "No podés hacerme esto. ¿Cuántas veces lo hablamos ya?". Y la atacó con el cuchillo que tenía encima. El puntazo mortal fue en la arteria femoral. La víctima murió desangrada en pocos minutos. Testimonios dieron cuenta de que cuando el agresor advirtió lo que había hecho, la abrazaba y gritaba: "¿Qué te hicieron? ¿qué te hicieron?". Incluso, en audiencia intentó una coartada al decir que todo sucedió cuando un grupo de personas les quiso robar. 

La fiscal Marisol Fabbro dijo en el debate que se trató de un accionar enmarcado en un contexto de violencia de género, en el que "el acusado pretendía ejercer dominio físico y psicológico sobre la víctima". Incluso, se comprobaron episodios previos de violencia machista. Por uno de ellos, Jésica tuvo que ser internada y perdió un embarazo de 18 semanas.

Después de una semana de juicio oral y público, ayer se conoció la resolución del tribunal compuesto por Hebe Marcogliese, Alejandro Negroni y Román Lanzón, en el Centro de Justicia Penal, donde Saucedo resultó condenado por el delito de homicidio calificado doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género.

El agresor fue detenido el mismo día del hecho. Además, el tribunal lo declaró reincidente en su veredicto, ya que tenía dos condenas por robo, a 3 años y medio y 3 años y ocho meses, que debía cumplir en prisión domiciliaria. La última vencía en junio de 2019. La familia no puede evitar pensar que si la Justicia le hubiera dado pena de cumplimiento efectivo en aquella oportunidad, Jésica estaría con ellos. Incluso, en el debate se enteraron que cuando el acusado tenía 13 años "ya tenía una causa en Chaco", por lo que tiempo después llegaron a Rosario.  

Además de la nena que tenían en común, Jésica tenía otros dos hijos que hoy tienen 14 y 12 años. "Nosotros, su familia, jamás tuvimos dudas de lo que había pasado, solo había que demostrarlo. Ahora estamos tranquilos", dijo María Cristina, hermana de Jésica, cuando conoció el veredicto.