Las ventas minoristas cayeron 17,8 por ciento interanual en agosto y en lo que va del año la baja acumulada es del 30,5 por ciento, según informó CAME. El retroceso volvió a afectar a todos los rubros, pero muestra una desaceleración fundamentalmente en las provincias donde la actividad disminuyó 9,4 por ciento frente a un 33 por ciento del Área Metropolitana de Buenos Aires.

Si bien muchas ciudades del interior normalizaron el mes pasado su actividad, el cumplimiento de los protocolos, los menores ingresos de las familias, los altos niveles de endeudamiento y la menor circulación de gente en las calles, siguen afectando el consumo. Encima el crecimiento en el número de los contagios en varias provincias durante los últimos días llevó a la implementación de mayores restricciones lo que podría afectar la actividad durante septiembre. Más difícil es la situación en Capital Federal y Gran Buenos Aires, donde el aislamiento social, preventivo y obligatorio es más estricto.

El rubro con menor caída interanual en el mes fue nuevamente Farmacias (-4,9 por ciento), siempre medidas en cantidades. Las ventas en ese sector se mantuvieron activas incluso en lo peor de la cuarentena. El segundo rubro con menor descenso anual en agosto fue Alimentos y bebidas (-6,7 por ciento).

En el otro extremo, el rubro de mayor desplome anual fue Relojería, joyerías y bijouterie con una baja de 38,1 por ciento. “Las ventas en esos comercios hace tiempo que se mantienen con caídas muy profundas. Incide la venta ilegal callejera de esos productos, que a pesar de la cuarentena no se retiró de las calles”, aseguró CAME en su informe.

Indumentaria fue el segundo rubro de mayor caída anual en el mes (-32 por ciento), afectado por el poder adquisitivo de las familias, las menores necesidades de esos productos debido a las estadías largas en el hogar y el cumplimiento de los protocolos que limita la cantidad de gente que puede entrar al mismo tiempo al local. De hecho, en algunos negocios se llegaron a realizar largas colas para ingresar. Lo mismo ocurrió con Calzado y marroquinería, con una retracción promedio de 28,5 por ciento anual.

En Mueblerías, decoración y textiles para el hogar, las ventas cayeron 23,8 por ciento anual en el promedio país. Hubo más consumo de productos nacionales debido a las menores importaciones en ese rubro, y al mismo tiempo los comercios a cielo abierto volvieron a captar ventas que se estaban concentrando en grandes supermercados.

Las cifras surgen de la medición de CAME en base a 1100 comercios de todo el país, relevados entre el lunes 31/8 y el sábado 5/9 por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país y el AMBA.