A poco de alcanzar sus veinte años de historia, los integrantes de Contenido Neto optaron por romper con sus propios moldes. Después de cinco discos que la consolidaron como una de las bandas históricas del punk rosarino (en una lista compartida con Argies, Dokumentos por Favor, Bulldog, Zona 84, Asko y Pena y Merkado Nocturno), con el flamante Llama encendida se permitieron un acercamiento a nuevos géneros. Registrado en Blue Room bajo la conducción de Carlos Altolaguirre, el disco se publicó diciembre, y esta noche tendrá su presentación oficial en McNamara (Tucumán 1016).

Programado para dar comienzo a las 22, el show será además el primero del grupo en lo que va del año. El reencuentro con su público les permitirá cotejar la recepción de ese repertorio renovado. "Creo que es un disco en el que quisimos hacer lo que saliera. Llama encendida es muy variado, creo que es su característica principal", sintetiza en ese sentido Pablo "Kanu" Monetti, guitarrista del cuarteto que completan Pablo García (voz y guitarra), Emanuel Russo (bajo y coros) y Lisandro López Gallego (batería).

Acompañados por el experimentado Carlos Altolaguirre desde las consolas, los Contenido Neto apostaron a enriquecerse con su mirada artística: "Obviamente a Carlos le dimos la libertad de opinar y sumar en lo que fuera. Aunque no fue exactamente un productor, sí estuvo atento a ideas y conceptos. También nos ayudó mucho Gabriel Leto, que trabajó con nosotros en BlueRoom, y nos ayudó mucho en la parte de los coros".

Sin correrse de la esencia punk que marcó a su recorrido, los Contenido Neto avanzan ahora sobre nuevas sonoridades, abriendo aún más el espectro dentro de una escena musical rica en proyectos, pero que carece de un marco que los contenga. "En el último tiempo veo que hay pocos lugares para tocar. A nosotros mismos nos costó mucho decidir dónde presentar el disco. Para una banda como la nuestra, que llevamos 200 o 300 personas, teníamos como opción Vorterix, Pugliese, Floyd, McNamara, Animal y no se me ocurre otro más. Para una banda emergente se le complica más. La organización de un evento es complicada para las bandas. Sino les queda telonear a algún otro grupo, y sabemos que hay muchas cosas turbias alrededor de la música con las que no estamos de acuerdo", resalta Monetti.

Y concluye: "Por ahí los músicos no lo decimos, pero yo me cansé: los productores, los managers de las bandas más grandes, o las mismas bandas le cobran plata a los grupos soporte. O arman festivales y les cobran. Y no es culpa de las bandas, porque por ahí es la única opción que tienen. Cuando hablo con chicos que están empezando siempre les digo que cuando arrancamos veinte años atrás tampoco había lugares, pero buscábamos alternativas, íbamos a bares, a algún club. Hay que buscar otras formas. Creo que es más valorable éso a tener que pagar para tocar, que es lo que está frenando a las bandas emergentes".