Era domingo a la tarde y en Munro se jugaba un partido de futsal juvenil entre los clubes Unión e Industrial. A las seis y media, dos jugadores se trenzaron en una pelea. Fernando “Cucusa” Pereiras, el DT de Unión, intentó separarlos. Pero el tío de uno de los adolescentes lo terminó trompeando a él. Tras cinco días de agonía, el técnico murió ayer a la mañana. Por la tarde, el hombre acusado de pegarle quedó detenido.

Pereiras, de 37 años, quedó internado en el Sanatorio de la Providencia, en el barrio porteño de Balvanera, donde el miércoles fue intervenido quirúrgicamente tras permanecer en coma inducido.

Los médicos establecieron como causa de muerte un “traumatismo encéfalo craneano grave” con “grave deterioro neurológico y respiratorio”, mientras que el fiscal Gastón Larramendi recaratuló la causa, que inicialmente fue por “lesiones graves”, y calificó el hecho como “homicidio simple agravado”.

Por la tarde, uniformados de la bonaerense detuvieron al presunto agresor, Sergio Adrián Baldauf,de 40 años, en la esquina de Constituyentes y San Martín, en una estación de servicio en la localidad de Florida Oeste, tras permanecer prófugo durante cuatro días.

El hombre quedó detenido en la DDI de San Isidro, donde un familiar que lo acompaño aseguró que “el no pegó, él no es el responsable, entró a la cancha a separarlos, sólo se llegó a esto por habladurías”.

Baldauf había ido el domingo pasado a ver jugar a su sobrino al Club Social y Deportivo Industrial de Munro, en la calle Mendoza al 2600, en el partido de Vicente López. Allí, Pereiras era el entrenador del equipo del Club Unión que ese domingo jugaba contra el Industrial. 

Según testigos, durante el partido amistoso, se produjo una pelea entre dos jugadores adolescentes y Pereiras fue a separar, pero el tío de uno de los futbolistas, Baldauf, saltó de la tribuna y atacó de una trompada al entrenador que cayó desplomado y golpeó su cabeza contra el piso.

“Estuvo estable hasta anoche, que lo pudimos ver. Hoy (por ayer) a la mañana nos dieron la noticia de su muerte”, contó Patricio, amigo de la víctima, quien recordó que el técnico de Futsal estaba en “el club Unión desde los cinco años” y “era muy querido”.

Ayer, tras su fallecimiento las redes sociales se llenaron de cintas negras, emoticones llorando y otros de enojo. Una lluvia de mensajes para él, para su familia, y el video con un rap que le grabó uno de sus jugadores.