Con la reapertura de los bancos se registraron amontonamientos y largas filas que no respetaban el distanciamiento social y por lo tanto preocuparon al presidente del Comité Operativo de Emergencia (COE), Francisco Aguilar, quien insinuó la posibilidad de disponer el cierre de los bancos durante un tiempo.

El panorama que se vivió ayer principalmente en el centro y en menor medida en la calle Bicentenario, donde también se agrupan varios bancos en pocos metros, era algo previsible, considerando que ya lo mismo había sucedido la semana anterior.

En esa oportunidad también se sumaron las largas filas en los Rapipagos, por las fechas de vencimiento de las boletas. Ayer, si bien también se formaron filas en sus puertas, la cantidad de personas fue menor que hace siete días.

“Al problema de los bancos lo vemos desde hace bastante, la gente hace cola de tres cuadras, a eso hay que verlo”, sostuvo el titular del COE, y subrayó que se trata de una tarea pendiente porque “la aglomeración de gente es un problema”.

El funcionario agregó que “cerrar un banco es un problema, no solo se trata del cobro, la gente hace otros trámites, pero si la situación sanitaria lo amerita, hay que ir viendo qué se va cerrando. No es nuestra política cerrar”, finalizó.

El antecedente inmediato a esa posibilidad se dio este lunes cuando mediante la resolución Nº 51, el Comité Operativo de Emergencia dispuso la no apertura de bancos, ni las empresas de cobranzas de impuestos y servicios.

Actualmente, los bancos funcionan con un sistema de turnos para trámites, pero, sin embargo, ese sistema continúa acumulando gente en las veredas, a las que se suman las personas que van a retirar fondos de los cajeros.

En la misma resolución el COE recomendó que las entidades presten sus servicios de manera remota y/o virtual, y adopten todas las medidas necesarias, incluyendo el recurso humano, para garantizar la provisión de fondos de cajeros automáticos

La síntesis de la caótica situación se ve en toda su dimensión en la cuadra de calle España al 600, en la que hay cuatro bancos, la Dirección de Rentas de la provincia, el local central de Rapipago, casas de cambio, vendedores de dólares callejeros y negocios.

Otro de los puntos críticos de esta situación, que ya de por sí es grave, se da en las entidades que pagan las jubilaciones, ya que los protagonistas de los aglomeramientos son todas personas calificadas de alto riesgo por ser mayores de 60 años.

Un ejemplo es lo que se vive en el Banco Santiago del Estero (España al 900), en cuya puerta se forma una doble fila, mayormente de jubilados, que ocupan la manzana completa, ya que ambas se extienden por las calles Sarmiento y 25 de Mayo y prácticamente se encuentran a mitad de cuadra de la avenida Belgrano, justo a la vuelta del banco.

También en la sede del Correo Argentino (Deán Funes al 100), donde se pagan beneficios sociales como el IFE, se registran a diario largas filas desde muy temprano hasta pasado el mediodía.

Tiempo de revancha

La venganza es un plato que se come frío dice el dicho y quien almorzó venganza ayer fue el monseñor Dante Bernacki, uno de los hombres fuertes de la Iglesia Católica en Salta y protagonista habitual en la celebración del Milagro, ya que encabeza a los peregrinos que caminan desde la Puna salteña durante varios días.

Activo en sus redes sociales, el sacerdote aprovechó para resaltar los desbordes de ayer en el centro, en una especie de pase de facturas al COE por las restricciones que le impuso a la Iglesia durante el rezo de la novena, que tras el tercer día debió cerrar la Catedral por el constante movimiento de gente que generaba.

Y luego también se frustró el intento de sacar en procesión a las imágenes alrededor de la Catedral, en una celebración que estaba prevista como exclusiva para autoridades provinciales y miembros de la Iglesia, pero que preveía una seria dificultad para controlar que no fuese más gente. Lo que quedó en evidencia el mismo martes, cuando se levantaron los vallados después del Pacto de Fidelidad y en minutos se juntaron decenas de personas en la puerta de la Catedral.

Temprano Bernacki subió una foto a Facebook en el que se ve la multitud en la calle España y la acompañó con un irónico “llegaron los peregrinos de los bancos”.

Más tarde puso una placa con una reflexión: “Ayer sin gente en el Milagro y lo entendimos. Hoy multitudes en el centro y en los bancos: no lo entendemos”. La publicación tuvo como repercusión más de 100 comentarios en su mayoría criticando la situación y reclamando por las restricciones a la procesión.