"La Internacional Progresista tiene un papel crucial para determinar qué curso va a seguir la historia. La vida humana está en peligro directo y los grandes poderes imperialistas del momento están enfrentándose. Para la significación del futuro es importante ver qué pasa en la hegemonía global", reflexionó Noam Chomsky.

El lingüista brindó este viernes la conferencia magistral "Internacionalismo o extinción" en el marco de la primera cumbre (virtual) de la Internacional Progresista, que emergió en mayo para unir, organizar y movilizar a las fuerzas progresistas en un frente común y así frenar el avance de la derecha en el mundo.

Este es un momento "remarcable, único, importante", describió Chomsky. "Difícil" pero a la vez "lleno de esperanza para un mejor futuro". Es un momento de "confluencia de distintas crisis muy fuertes" y sin fronteras.

Son "las mismas de siempre": la amenaza de una guerra nuclear, la catástrofe ecológica, la destrucción de la democracia. "Desde enero pasado estas tres amenazas han ido en aumento gracias a las políticas de Trump. Ha ido desmoronando las políticas de control de las armas y desarrollado armas más peligrosas, ha disminuido las protecciones contra las amenazas de una guerra nuclear. Se ha dedicado a destruir el medio ambiente y cualquier sustento de la vida."

El pensador norteamericano, de 91 años, determinó desde un principio el rol de la Internacional Progresista: "No paniqueemos ahora y actuemos en función de esto. Las crisis que estamos enfrentando en este momento único son internacionales. Las catástrofes ambientales, la guerra nuclear, la pandemia... no tienen frontera ninguno de estos peligros. Puede haber diferencias entre países, pero hay troncos comunes".

"Trump empezó a decir que si no le gusta el resultado de las elecciones no va a dejar su puesto. Es una amenaza directa", alertó. "En ausencia de una victoria de Trump muy clara hay riesgos inminentes de guerra civil. Son palabras fuertes, que no habíamos escuchado nunca en voces públicas. No lo digo yo; lo dicen otras personas. Mucha gente tiene ese miedo. Nada de este estilo había pasado en la compleja historia de la democracia parlamentaria. La megalomanía que domina el mundo, la de Trump, para él ya no es suficiente."

En este contexto, la Internacional Progresista apareció para oponerse a la "otra internacional", la reaccionaria, encabezada por Trump, y de la que también forman parte Jair Bolsonaro, en Brasil; los dictadores del Golfo; Abdel Fatah al Sisie en Egipto y Benjamin Netanyahu en Israel en Medio Oriente; Narendra Modi en India y Viktor Orban en Europa.

Así, dos internacionales dividen al mundo. Una es de los Estados. La otra, de los movimientos populares. "Cada una es una representación de la fuerzas sociales en juego. Son una imagen de los mundos que podrían emerger despues de la pandemia. Una quiere construir una versión aún más dura del neoliberalismo, aumentar la vigilancia y el control; la otra está buscando cómo construir un mundo en paz y justo, con un buen manejo de los recursos dedicados a servir a los intereses de los seres humanos, en vez de los de una minoría. A nivel global podemos ver estas interacciones: no es una exageración decir que el futuro de la experiencia humana depende del resultado de esta batalla que se está dando en este momento."

La conferencia continuó con una mesa redonda con participación de la escritora y activista keniana Nanjala Nyabola, el activista y filósofo afroestadounidense Cornel West y el diputado laborista John McDonnell.