Era una vieja ley del pueblo, de un tiempo tan lejano que ya nadie lo recordaba. Al alcanzar los 70 años los ancianos debían abandonar el pueblo para ir a vivir en la cima de la montaña Narayama. Una sentencia de muerte que sumía en la tristeza y la desesperación a las familias cuando tenían que enviar a sus mayores a la montaña.
Orin tiene 69 años y se acerca el momento de partir hacia la montaña, pero todavía tiene que encontrar una mujer a su hijo.
El relato se desarrolla en el Japón medieval de finales del siglo XIII, en una aldea aislada donde las leyes que regulan la convivencia de los miembros de la comunidad se confunden todo el tiempo con las de la naturaleza que los envuelve. La sobrevivencia de la pequeña comunidad, y no la individual, es lo esencial.
Hombres y mujeres sobreviven a la pobreza en una minúscula sociedad gobernada por unas pocos ritos profundamente comunitarios, aunque muchas veces trágicos, como el ubasute japonés, una antiquísima costumbre o mandato que consistía en el abandono de una anciana o anciano que hubiera llegado a los setenta años en lo alto de una montaña. La historia de este film cuenta la historia de Orin, que se prepara para ese momento, sabiendo que es necesario el sacrificio para asegurar que la población se mantenga igual y no envejezca, teniendo en cuenta la zona tan pobre en la que viven, donde escasean los alimentos. El abasute, además, manda no engendrar un niño en una familia hasta que un mayor no subiera a la montaña.
El film es una remake de la película “Narayama bushiko”, dirigida en 1958 por Keisuke Kinoshita. Esta versión de 1983 ganó La Palma de Oro en el Festival de Cannes.
La balada de Narayama, de Shoei Imamura, disponible y de libre acceso en Zoowoman website.


