Estudiantes secundarios de la Ciudad de Buenos Aires se manifestaron en contra del regreso a clases en plazas y espacios públicos que promueve el gobierno porteño. Este lunes habrá una reunión entre los ministros de Educación de Ciudad y Nación, Soledad Acuña y Nicolás Trotta para evaluar el protocolo. “Queremos que se nos convoque a pensar un protocolo, nosotros extrañamos las aulas, pero no pensamos pagar con nuestra salud la decisión irresponsable del gobierno de la Ciudad”, dijo a Página/12 Tomás Cancela, vocero del Centro de Estudiantes del Lenguas Vivas e integrante de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB).

Según Cancela, el protocolo que quiere implementar la ministra Acuña “parece ser más una cuestión de marketing político que una decisión para resolver las problemáticas de fondo”. Lo que prevé la medida es que los 6.500 alumnos que perdieron el contacto con sus docentes durante la pandemia tengan clases presenciales tres veces por semana en espacios públicos como parques y plazas de la Ciudad.

“Al no recibirnos, vemos muchas preguntas que están abiertas -afirmó Cancela-. ¿Cómo se transportarán a esos alumnos y alumnas que tengan que ir a una plaza que no está cerca de su casa? ¿Se los va a exponer al virus en el transporte público? Tampoco se habla de la integridad física y la seguridad de esos alumnos que estarán en las plazas, que es un aspecto que está cubierto dentro del edificio de la escuela”.

"Hay que construir una vuelta a clases digna, accesible para todes"

Este lunes, centros de estudiantes y alumnos de escuelas de la Ciudad presentarán una carta en la que solicitan ser recibidos por la ministra de Educación porteña para discutir un protocolo y la posibilidad de un regreso a clases que preserve la salud de la comunidad educativa. La CEB, además, emitió un comunicado de prensa en el que se manifiestan en contra de las clases en las plazas.

“Esos 6.500 estudiantes sin posibilidad de conectarse de los que hablan no son una novedad y se suman a los miles que no pueden acceder a una vacante escolar y a la falta de presupuesto para infraestructura, reclamos que tenemos hace años presentes en nuestras movilizaciones. Está claro que la intención no es resolver las problemáticas de fondo”, expresó en el comunicado Lucero Diacakis, secretaria general de la escuela ‘Julio Cortazar’.

Cancela recordó que este es el tercer protocolo presentado por el gobierno de la Ciudad para que los 6.500 estudiantes que perdieron el vínculo con la escuela regresen a clases de forma presencial. Las propuestas anteriores contemplaban que esos alumnos tuvieran encuentros con sus docentes en los espacios digitales de sus escuelas. Este protocolo fue rechazado por el Ministerio de Educación de la Nación y por docentes de las escuelas porteñas, en especial aquellos que dan clase en escuelas vulnerables.

“Nosotros partimos de la base de que la vuelta a la presencialidad que plantea el Ministerio (de Educación de la Ciudad) para los alumnos que perdieron el contacto está generada por una brecha digital muy fuerte -manifestó Cancela-. Hace años que venimos reclamando porque el Ministerio de Educación relegó a un segundo plano la conectividad de los estudiantes. Y hoy vemos las consecuencias de esa decisión”.

Por su parte, el ministro Trotta informó que desde Nación tienen 6.500 computadoras disponibles para repartir a los alumnos porteños que no tienen conectividad. El requisito es que el gobierno de la Ciudad entregue un listado que especifique quiénes son esos alumnos.

“Todavía no pasaron ese listado. No hay una vocación (de la Ciudad) de resolver ese problema de fondo”, remarcó Cancela. El estudiante opinó que si el gobierno porteño impulsa “la educación del siglo XXI”, no puede hacerlo “si tiene esta brecha digital”.

Los estudiantes secundarios porteños piden ser recibidos por Acuña para poder establecer “un canal de diálogo”. “Somos los que más extrañamos las aulas, es nuestro espacio de encuentro. Pero hay que construir una vuelta a clases digna, accesible para todes, segura, pedagógica y queremos que se construya entre el Ministerio de Educación y la comunidad educativa”, concluyó el estudiante del Lenguas Vivas.