El gobernador Omar Perotti tuvo ayer un inesperado llamado de atención en público de parte del presidente Alberto Fernández y en lo que concierne a la escalada de violencia urbana que asuela Rosario. La visita del mandatario dejó, entonces, ese reclamo en primer plano, por delante del motivo formal que lo trajo hasta el centro de aislamiento covid del Parque Independencia (ver aparte). El recordatorio presidencial no pasó desapercibido para la clase política local, desde donde se acordaron de las promesas de "paz y orden" que el jefe de la Casa Gris propalaba en la campaña electoral.

"Le pido al gobernador que le preste atención a Rosario porque me parece que acá hay un foco al que debemos ir directamente y ayudar con recursos a las fuerzas para que puedan actuar de manera adecuada", dijo Fernández ayer de sorpresa al darse vuelta e interpelar con la mirada a Perotti, ya con el barbijo puesto pero sorprendido igual por la ocasión, y ante la presencia de varios de sus funcionarios pero no del ministro del área aludida, Marcelo Sain.

Con más de 150 asesinatos en lo que va del año, y en un septiembre inusitadamente violento, la situación de la ciudad volvió a colarse en la agenda nacional, como ocurre de tanto en tanto desde 2012. Por eso este fue uno de los temas inevitables que ayer ocuparon el sumario del acto montado en el parque de la ex Rural, junto con la crisis sanitaria y la quema de humedales.

A diferencia de los festivales de rock, donde la primera banda soporte no incide sobremanera en el balance global, Pablo Javkin aprovechó bien su primer lugar en el orden de los discursos para marcar la agenda, abrir el temario más allá del coronavirus y poner en línea ese y los otros dos temas que desvelan por estos meses a la ciudad: quemas e inseguridad. "Esta semana empezamos con la intervención de una fuerza federal específica. Pero como usted, señor presidente, planteó en febrero, este problema de la inseguridad nos ocupa y preocupa, desde ya que seguiremos necesitando apoyo y tarea común y coordinada", envió el intendente directo al jefe de Estado. 

La alusión de Javkin obligó después al gobernador Perotti a referirse al mismo tema y ensayar un pedido de apoyo a Nación no solo en logística policial sino también en políticas de promoción social. 

El jefe de la Casa Gris relacionó el flagelo de la violencia urbana con la desocupación alta que registran los conglomerados de la provincia. 

"Todos saben el compromiso y decisión que uno tiene de enfrentar el delito organizado, el narcotráfico, hacia allí vamos, pero claramente tenemos que reestructurar una fuerza policial propia y eso lleva tiempo –indicó en el tono que antes reprochaba cuando otro vestía su traje–. En ese interín necesitamos el acompañamiento de las fuerzas federales pero también, y no me cabe duda que estará su compromiso permanente para generar condiciones de más oportunidades para enfrentar la delincuencia. Necesitamos de sus planes en territorio para poder tener el rico trabajo de desarrollo social con más posibilidades de capacitación, empleo, trabajos con cooperativas, con movimientos sociales,  la posibilidad real y concreta de viviendas que nos mejoren el hábitat pero también lo que multiplica la obra pública", abundó el mandatario provincial. "Esa tarea de reconstruir la provincia, la Argentina, debemos hacerla juntos, dejar de lado las diferencias y trabajar en esa dirección. Sé que es su compromiso. Para enfrentar algo que nos duele y ataca muy duro lo estamos haciendo juntos", coronó. 

Fernández se apoyó en el envío de –según la versión oficial– 3000 efectivos federales a Santa Fe y vehículos. Y reveló que ayer dispuso el envío de 3000 millones de pesos para "que se lo destine exclusivamente a mejorar las condiciones de seguridad, porque en Rosario hay un foco cierto y tiene que ver con el crimen organizado", dijo. Sin pausa, giró a la derecha y miró a Perotti: "Y le pido al gobernador que le preste atención a Rosario porque me parece que acá hay un foco al que debemos ir directamente y ayudar con recursos a las fuerzas para que puedan actuar adecuadamente".

El palo no pasó de largo para algunos opositores. El diputado radical y ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro lo dijo en Twitter: "Perotti no se ocupa de la ciudad de Rosario. El presidente se salió del relato y dijo lo que todos vemos. Tenemos un gobernador que no está presente en la ciudad estratégica de la provincia". Y su correligionario Juan Cruz Cándido acotó, con mayor mordacidad: "Perotti le comenta al Presidente los problemas de Santa Fe. Más que gobernador, parece delegado.