Bolivia, que desde el sábado, y por tres meses, preside el Consejo Permanente de Organización de Estados Americanos (OEA), suspendió hoy la sesión extraordinaria convocada el viernes sobre Venezuela a petición de veinte países para abordar las posibles “medidas de presión” contra Caracas para forzar a Nicolás Maduro a llamar a elecciones anticipadas, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dejara sin efecto una decisión previa, a través de la cual asumía las funciones legislativas de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.

El embajador de Bolivia en la OEA, Diego Pary, comunicó la decisión a un grupo reducido de medios, después de tomar posesión como presidente del Consejo Permanente, un cargo protocolar, que le traspasó otro de los países miembro, Belice. Morales, quien el viernes pasado se sometió, en Cuba, a una cirugía por un tumor benigno en la garganta, y quien recién el miércoles regresará a su país, había denunciado la maniobra de la OEA, el día anterior a su operación, como "una intervención" contra la soberanía y la dignidad de Venezuela. 

Maduro ya había pedido a su par uruguayo, Tabaré Vásquez, que reconsiderara “la intervención imperalista” del organismo internacional, teniendo en cuenta que su ex canciller y actual titular d ela OEA, Luis Almagro, había sido el principal impulsor del encuentro. La convocatoria, cuyo objetivo era "considerar los recientes eventos" en Venezuela, contemplaba en el mismo orden del día una resolución contra Caracas.

El embajador mexicano en la Organización de Estados Americanos, Luis Alfonso de Alba, por su parte, insiste en la necesidad de que el Consejo Permanente del organismo regional debata la situación en Venezuela y sugirió la posibilidad de que al menos los 20 Estados convocantes acudan a la reunión a pesar de la objeción de Bolivia.