Ayer comenzó el debate oral por el femicidio de Julieta Mena, la joven asesinada a golpes en octubre de 2015, en Ramos Mejía, cuando cursaba dos meses de embarazo, y por cuyo caso está siendo juzgado Marcos Mansilla, quien era su pareja. Durante la audiencia, el  Tribunal Criminal Nº 5 de La Matanza escuchó a dos testimonios, uno de ellos de un perito, y dio por acreditados los hechos que se imputan a Mansilla por considerar que la investigación realizada durante la instrucción fue lo suficientemente sólida. Ayer mismo, se realizaron también los alegatos, durante los cuales la fiscalía solicitó que Mansilla sea condenado a prisión perpetua, mientras que la defensa pidió la absolución, y en caso de que eso fuera negado, el cambio de carátula  a “homicidio preterintencional”, es decir, sin intención. En la próxima audiencia, el 11 de abril al mediodía, el tribunal dará a conocer el veredicto.

Al hacer uso de sus últimas palabras, Mansilla aseguró que es inocente, y señaló que no sabía que Mena cursaba dos meses de embarazo de un hijo de ambos, algo que la investigación desmintió. Entre las pruebas que constan en el expediente, por ejemplo, hay mensajes de  texto que ambos intercambiaron al respecto, y en los cuales Mena detallaba que pretendía seguir adelante con el embarazo y dar a luz  aun cuando Mansilla no la acompañara. 

El acusado, que está detenido en la Unidad Penitenciaria 40, Melchor Romero, de La Plata, pidió que, en caso de ser condenado, se le permita cumplir allí mismo la sentencia, porque, dijo, sigue tratamiento para rehabilitarse de una adicción.