El presidente Mauricio Macri encabezó una reunión de gabinete en la que evaluó tanto los coletazos de la marcha de apoyo al Gobierno del sábado pasado como el inminente primer paro general de la CGT a la gestión PRO. Según participantes del encuentro, el Presidente pidió que no se pierda la iniciativa que ganaron con la movilización a favor y los anuncios de acuerdos en la construcción y en la industria textil. También dijo que hay que “ir a fondo políticamente” con la CGT y el conflicto docente. Queda claro que el oficialismo está envalentonado tras la muestra de apoyo que recibió y buscará capitalizarla al máximo. Sobre el paro, sostuvieron que mucha gente irá a trabajar pese al paro de transporte.

El encargado de comunicar la mirada oficial tras la reunión de gabinete fue el ministro de Cultura, Pablo Avelluto. El funcionario indicó que además de la marcha del 1A y del paro, en el encuentro se habló de la situación de Venezuela. Además, la secretaria de Lucha contra la Corrupción, Laura Alonso, les dio detalles de los decretos sobre conflictos de intereses que se crearon a partir del caso del Correo Argentino. Tras el encuentro, los macristas indicaron que prima “el optimismo” en el Gobierno y que buscarán mantener la iniciativa política hacia la campaña electoral, donde apuntalarán a sus candidatos con anuncios de gestión.

“Claramente son difícil de entender los motivos del paro, cuando se está recuperando el empleo y poco a poco también la economía”, sostuvo Avelluto, quien señaló que en la reunión de gabinete se habló de que esperan que “quienes quieran ir a trabajar, puedan hacerlo”. “Creemos que mucha gente se va a movilizar para concurrir a sus tareas. Por lo menos, es lo que se está diciendo en las redes sociales”, sugirió. No aclaró en qué medio de transporte lo harían. No está claro si se generalizará el sistema de taxis que el oficialismo intentó implementar en la agencia estatal Télam, según denunció su comisión interna en un comunicado: “La empresa que todos los días rechaza taxis para las notas periodísticas, que no acepta que, cuando esos taxis están, esperen a periodistas y reporteros gráficos en las notas cualquiera sea la zona o el horario, que no contrata choferes ni renueva los móviles, esa misma empresa ahora nos ofrece taxis, choferes, viáticos y pagos de estacionamiento si estamos dispuestos a violar la voluntad colectiva”.

En la reunión de gabinete se evaluó que el impacto de la huelga estará exclusivamente atado al transporte, según confirmó Avelluto: “Todo tiene que ver con el alcance que pueda tener la huelga en el transporte público de pasajeros. Eso no necesariamente reflejará la voluntad que tenga la gente de parar, sino las dificultades para llegar a sus lugares de trabajo”, afirmó. 

Por su parte, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, sostuvo que “hasta febrero, hubo un diálogo permanente con la dirigencia sindical” y reiteró que, en opinión del Gobierno, el paro “no se justifica”, dado que a su entender “en los últimos siete meses, el empleo creció mes a mes”. Triaca vinculó el paro con “la influencia de sectores políticos que quieren defender las prebendas del pasado”.

Sobre la marcha del 1A, Avelluto sostuvo que fue el primer tema que se trató. Contó de “la satisfacción por cómo se llevó adelante del Presidente y de los ministros, bajo la idea de que la gente se manifestó muy libremente, y lo que significa para todo el Gobierno ese respaldo de la sociedad”.  

“Lo que se hizo en la reunión fue interpretar esos mensajes. Nadie tiene un cheque en blanco. Fue una señal de una nueva cultura política que está naciendo en la Argentina”, aseguró. Sobre la renuncia del embajador en Washington, Martín Lousteau, Avelluto dijo que el tema ni se mencionó en la reunión de gabinete. Algo llamativo luego de la furia que desató su salida intempestiva en Casa Rosada.

Por su parte, Alonso indicó que el Presidente busca que “no haya ninguna sospecha ni duda por parte de ninguna persona de que los asuntos públicos en esta gestión se manejan con total transparencia” en los casos de conflictos de intereses. No dio detalles de por qué el Gobierno busca planchar la causa judicial del Correo por 120 días.