A siete meses de haber cerrado sus puertas, los albergues transitorios de la Ciudad de Buenos volverán a funcionar. La actividad, que estaba suspendida desde el comienzo del aislamiento social por la pandemia, recibió la autorización del gobierno porteño. "Por cuestiones económicas, emocionales y de seguridad es preferible funcionar que no hacerlo", señaló a Página/12 Jose Manuel Capelo, presidente de la Federación Argentina de Alojamientos por Hora (Fadaph).

El protocolo "para la prevención y manejo de casos de covid-19 en alojamientos hoteleros y parahotelero con fines no turísticos", aprobado a través de la resolución N° 17 y publicado este viernes en el Boletín Oficial del Gobierno porteño, establece las condiciones que deben cumplir los establecimientos para poder volver a recibir clientes. Uno de los puntos centrales es contar con un sistema de turnos de forma telefónica o por Internet, y asegurar un llamado telefónico previo a la visita "para constatar que el cliente, proveedor o visitante no presente síntomas respiratorios y/o fiebre" al momento de concurrir al hotel. Según Capelo, "los síntomas se pueden consultar por teléfono o comprobar en el momento en que los clientes llegan al establecimiento".

En la Ciudad de Buenos Aires hay unos 120 hoteles transitorios, de los cuales varios ya permanecen abiertos desde el jueves a la noche y convocan a sus clientes a través de las redes sociales. "Vos nos necesitás. Nosotros necesitamos trabajar", puede leerse en una de las imágenes de la campaña que los dueños de hoteles difundieron para reclamar el regreso a la actividad. "Que nadie te señale con quién y a dónde ir a la cama", señalaba otra de las piezas de comunicación que utilizaron.

"Para nosotros no hay posibilidad virtual. No hay streaming ni delivery, somos una industria que se sostiene a través de lo presencial", explicó Capelo. Según la Fadaph, en todo el país unas 50 mil familias dependen económicamente de la actividad de los hoteles transitorios, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires estiman que son cerca de 15 mil las personas que trabajan en el rubro. "Creemos que el 10 por ciento de los hoteles ya no van a volver a abrir", advirtió el representante de la federación.

El protocolo de seguridad sanitaria aprobado esta semana establece, entre otras medidas, la ventilación y  desinfección de las habitaciones entre turno y turno por un período de tiempo más extenso al estipulado antes de la pandemia. "Tenemos un protocolo de limpieza de toda la vida en los hoteles, es cuestión de profundizarlo y sumar algunos productos como el acohol en las desinfecciones", señaló Capelo, y estimó que la concurrencia será de un 50 por ciento menos, respecto de la cantidad de visitantes que recibían previo al aislamiento por la pandemia de coronavirus. 

En las habitaciones, el protocolo recomienda "proteger los colchones con cubre colchón o cubre sommier y las almohadas con fundas protectoras", y obliga a retirar toda papelería, como folletos o anotadores, o bien plastificar aquella que fuera necesaria conservar, en caso de que se tratara de información pertinente para los visitantes. 

La semana pasada, la Legislatura porteña, a instancias de un proyecto del diputado del GEN Sergio Abrevaya, pidió al Ejecutivo local la reapertura de los albergues transitorios. "Hace siete meses que estamos cerrados. En Caba reabrieron el resto de los hoteles. Es justo que nosotros también podamos abrir. No a la discriminación", señalaba el video de la campaña que los dueños de hoteles difundieron a través de las redes sociales.

"Se trata de actividades barriales y que, por las características intrínsecas de su funcionamiento, su ingreso se puede limitar exclusivamente a través de vehículos", destacaba el texto legislativo, y agregaba que "permitir su desempeño no atentaría contra las disposiciones" para prevenir el contagio del coronavirus. 

Si bien este jueves por la noche algunos hoteles estuvieron abiertos, Capelo relató que "la concurrencia fue muy baja", pero sí recibieron consultas telefónicas de parte de clientes. "Con las puertas abiertas al menos podemos intentar encauzar algunas de las deudas que hemos generado por los costos altísimos de la actividad", señaló Capielo y aclaró que "la expectativa de clientes es moderada, sabemos que estamos todos atravesados por la pandemia y por el impacto económico, y esto se va a notar".


Informe: Lorena Bermejo.