Hablo desde mi experiencia, desde mi práctica diaria como pediatra. En mi consultorio y en mi vida busco la escucha. Parto de la base de que la maternidad tiene que ser deseada o no ser. Pienso que ese deseo es primordial y también lo son quienes acompañan en esa maternidad y cómo lo hacen. ¿La maternidad con apego es una moda? Diría que no. Surgió como reacción a cómo venían dándose las cosas. También creo que estas formas de ver la vida y la crianza dependen mucho del ámbito sociocultural del que estemos hablando. El porcentaje de mis pacientes y mis familias que tratan de trabajar tan conscientemente sobre el vínculo y esta forma de vivir la maternidad es muy reducido. En el caso de la lactancia materna tenemos sustentos teóricos clarísimos para defenderla y para enumerar todos sus beneficios. Todo lo que genere un vínculo fuerte sobre todo en los primeros dos años de vida genera niñes mucho más segurxs, confiadxs, con autonomía y mejor autoestima. Al fin y al cabo, ¿no es eso lo que buscamos si partimos de una maternidad deseada? También veo extremos: una lactancia extendida hasta los cuatro años, colecho hasta los ocho. No es lo mismo darle el pecho a un bebé de seis meses que a un niño que acaba de comerse un plato de ravioles. Nutricionalmente es muy distinto. No creo que este tipo de crianza signifique un retroceso desde la óptica feminista siempre y cuando logremos ver que aquí hay roles. No es solamente la madre quien puede cumplir este rol. Puede cumplirlo quien esté a disposición. Creo que las preguntas tienen que también rondar en torno a los roles que ocupan quienes rodean a esa madre y que ella tenga claro qué es lo que desea de la maternidad. Eso no le quita derechos a esa mujer, sino que le agrega derechos a ese vínculo.

* Es pediatra marplatense y miembro --junto a Valeria Gaete, Hernán Darío Melazzi y Antonio--, de la primera familia argentina compuesta por dos mamás y un papá que logró el reconocimiento legal de la triple filiación.