La provincia de Buenos Aires presentó ante las autoridades nacionales un protocolo de cara a la temporada de verano que contempla la implementación de un "estricto control" de posibles síntomas de coronavirus en turistas sin el requisito de testeo previo, la preparación de "centros de aislamiento" en los distintos municipios y el fortalecimiento de los sistemas de salud, informó este lunes el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica provincial, Augusto Costa.

"Va a ser una temporada atípica, con una serie de regulaciones, y vamos a necesitar que todas las personas que se puedan tomar unos días cumplan estrictamente las normas de distanciamiento, prevención e higiene para evitar la propagación de la enfermedad", dijo el funcionario en la AM750.

El protocolo, que según sostuvo se está terminando de definir en estas horas, prevé dos fechas de inicio de la temporada: "una para los propietarios no residentes, que van a poder comenzar a ir a sus propiedades siguiendo las particularidades de cada municipio a partir del 1 de noviembre; y otra para los turistas en general, que comenzará el 1 de diciembre".

En ambos casos, indicó Costa, la previsión es que el período se extendería "hasta Semana Santa, el 4 de abril, con lo cual será una temporada bastante amplia, que también va a permitir distribuir de mejor manera a todos los que quieran viajar para que no haya aglomeraciones, que es lo que se quiere evitar".

"El objetivo es que, dadas las condiciones epidemiológicas, sea la mejor temporada posible", remarcó Costa, quien adelantó que por sugerencia de los asesores del Ejecutivo provincial el gobierno bonaerense no recomendará la realización de "tests previos o hisopados para viajar".

Según explicó, la decisión se tomó porque "hay una tasa relativamente alta de falsos negativos" y "tener un hisopado con antelación al viaje tampoco garantiza que en el ínterin no se pueda contraer la enfermedad".

Aunque "no es una recomendación que nosotros vayamos a hacer como requisito para poder viajar", aclaró el funcionario, "por supuesto va a haber operativos DetectAR, y de prevención y también de testeo en los destinos turísticos para poder identificar rápidamente a las personas que presentan síntomas de que han contraído la enfermedad".

El ministro bonaerense dijo que están "coordinando con el Gobierno nacional y con todos los municipios para contar con mayor capacidad de respuesta sanitaria ante cualquier problemática relacionada con la enfermedad".

Respecto a los posibles contagios durante la temporada, dijo que están "trabajando muy minuciosamente en cada municipio" para "disponer de todos los mecanismos para que, eventualmente, quienes se contagien, puedan regresar de la mejor manera posible a sus hogares en la medida que tengan síntomas leves o que no haya mayores problemas, dado que es la mejor respuesta ante esa situación".

Prepararse para la pospandemia

El gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof, por su parte, quien encabezó un acto en Mar del Plata junto al ministro de Transporte, Mario Meoni, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, afirmó que es el momento de "empezar a actuar y prepararse para la pospandemia", y pensar en "cuestiones que hacen a la estructura económica" del país y de la provincia, aunque dejó en claro que "el coronavirus no terminó y parece que tampoco está cerca de hacerlo".

"No vamos a sentarnos a esperar que se vaya el virus para empezar a actuar y prepararnos para lo que va a ser la pospandemia", adelantó. "Además de pensar en cómo vamos a salir de esta pandemia, también estamos pensando en las cuestiones más profundas, estructurales, que hacen a la estructura económica de la provincia de Buenos Aires y de la Argentina", agregó.

Más adelante destacó que "en el momento más crítico, lo que hacemos es mostrar para dónde ir", y dijo que el puerto de Mar del Plata "va a ser un motor de recuperación de la ciudad y de la provincia". 

Sobre la evolución de la covid-19 en el mundo y las diferentes estrategias para combatirla, agregó: "Me ha tocado estos días hablar con dirigentes del extranjero y la verdad es que la angustia es común como dirigentes. Y debemos extenderlo a los miles de millones de habitantes del planeta que hoy están sometidos a una amenaza que no existía hasta hace poco. Es una amenaza que no solo enferma sino que mata, y mata a sectores muy desprotegidos de la sociedad".

Frente a ese escenario, cuestionó a "los pensadores del cinismo" que plantean "que se contagien todos y que se mueran los que tengan que morirse". "Resulta que los que tienen que morirse según esa idea son ni más ni menos que nuestros adultos mayores y la población en situación vulnerable, que es a quienes precisamente más hay que ayudar y mejor tienen que vivir: nuestros niños, nuestros ancianos", dijo.