Al final llegó el día del paro nacional. La CGT está confiada en la efectividad de la medida que cuenta con la adhesión de las dos CTA, pero no se descuida. Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato de conducción de la central obrera, pronosticó una “alta adhesión” y, de paso, aclaró que si algunos sectores realizan piquetes, “serán inocuos porque no habrá transporte”. En tanto, el titular de la CTA, Hugo Yasky, negó la condición desestabilizadora de la medida de fuerza y aseguró que “el paro se hace no por aquellos que tienen la caja de seguridad llena sino por los que tienen las heladeras vacías”.

La medida, la primera desde que Mauricio Macri asumió el gobierno, comenzará a partir del primer minuto de este jueves. El servicio de transporte público de pasajeros será uno de los pilares que garantizarán la efectividad. Ayer, desde los altavoces de la estación Constitución se anunciaba que durante la jornada del 6 de abril no habría servicio. En los subterráneos no saldrá ninguna formación. “No tienen ni los empleados jerárquicos para mover los trenes”, aseguró a este diario Roberto “Beto” Pianelli, titular de la Asociación Gremial de Trabajadores del subte. Sin colectivos y trenes será una ciudad detenida. Los hospitales mantendrán las guardias mínimas, lo que garantizará la atención en casos de emergencias y no mucho más. 

Entre los hombres de la CGT había confianza sobre el éxito de la medida pero, agregaban, no querían confiarse ni distraerse porque el Gobierno buscaba presionar y conseguir, a través de medios de comunicación amigos y redes sociales, que un sector de la población rompa el paro. “La movilización del sábado pasado hizo que el gobierno crea que está fuerte y puede contrarrestar nuestro paro, pero se van a llevar una sorpresa”, comentó uno de los hombres que ocupa una de las secretarías de la CGT.

Schmid negó de manera rotunda que vayan a existir “impedimentos para quien quiera ir a trabajar” pero advirtió que “lo que va a haber es una paralización total de todas las actividades por la alta adhesión contra un malestar social que tratamos de poner en la agenda pública”.

A su turno, Héctor Daer, otro de los integrantes del triunvirato cegetista, advirtió que la medida de fuerza tendrá un “apoyo contundente” y servirá para desmentir al gobierno de Macri que dijo que era “una medida oportunista”. Según Daer, el principal responsable de la convocatoria y el éxito del paro es el gobierno porque “es el único responsable de que haya más pobreza, menos trabajo y menos actividad económica”.

Fiel a su estilo directo, el secretario adjunto del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, advirtió al Gobierno de una más que segura profundización de la protesta si luego del paro “no da respuestas a los reclamos de los sindicatos”. Es más, Moyano aseguró que entre los afiliados del sindicato que conduce hay un porcentaje importante que exige una repetición de la medida, esto es convocar a otro paro nacional en poco tiempo más. 

Moyano se animó y avanzó sobre el día después del paro. Por lo pronto, anticipó que la semana que viene la CGT se reunirá para analizar los pasos a seguir aunque anticipó que “hay muchos compañeros que quieren seguir con estos reclamos, ya sea con otra medida de fuerza o en la calle, con movilizaciones”. El hijo de Hugo Moyano justificó la necesidad de continuar con un plan de lucha porque con el gobierno de Macri “te quedas cruzado de brazos o seguimos peleando para que no cierren fábricas y evitar despidos”.

Yasky, que junto a la CTA de Pablo Micheli decidieron acompañar la medida de fuerza de la CGT, aprovechó para hablar durante el anuncio de la inflación de marzo que emite el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), que arrojó un 2,1% de inflación de marzo, igual a la de febrero pasado y que muestra una inflación interanual del 27,9%, promediando un 29,6% interanual en el primer trimestre. Allí, Yasky señaló que las cifras que arroja el estudio cuenta de que “somos los trabajadores los que terminamos pagando los platos rotos de los desaguisados del plan económico del gobierno”. Es más, advirtió que la pérdida del poder adquisitivo quedará más expuesta con el paro porque “será un plebiscito de la política del gobierno que sólo causó despidos, desempleo y caída del poder adquisitivo de los trabajadores”. 

Yasky rechazó la acusación del Gobierno, que acusa al paro de desestabilizador y de poner en riesgo la democracia. “Si hay un sector que puso el cuerpo y su sangre para defender la democracia fue el de los trabajadores. Nunca en la historia se conoció que lo haya hecho un dirigente de la Sociedad Rural, de la Bolsa de Comercio o de una multinacional. Por eso paramos, basta de gobiernos que gobiernan para los ricos”, afirmó.

El Gobierno buscaba ayer maneras de debilitar la medida. El gobierno porteño que encabeza Horacio Rodríguez Larreta anunció que habrá una fuerte presencia policial para garantizar la seguridad de quienes deseen movilizarse para ir a trabajar. También anunció estacionamiento gratuito y peajes libres en las autopistas de acceso a la Capital Federal.