La Cámara de Apelación de la ciudad santafesina de Vera confirmó la pena a 16 años de cárcel dispuesta en diciembre pasado por un tribunal de Reconquista al excura Néstor Monzón, a quien halló culpable del abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de dos menores de edad (una niña de tres años y un niño de uno al momento de los hechos), informaron voceros judiciales. 

En la misma sentencia, el tribunal de Reconquista lo había absuelto por el beneficio de la duda de la acusación de "producir un grave daño en la salud de la víctima en perjuicio de ambos menores", según lo solicitado por su abogado defensor, Ricardo Degoumois, que arguyó que no había quedado plenamente demostrado que su cliente hubiese contagiado una enfermedad venérea a los chicos.

El fallo de la Cámara, fechado este miércoles en la ciudad de Vera, fue rubricado por José Antonio Mántaras, Eduardo Bernacchia y Jorge Alberto Andrés, quienes no hicieron lugar al recurso de apelación interpuesto por la defensa del cura, quien el 18 de diciembre del año pasado fue condenado por abuso sexual gravemente ultrajante, calificado por ser ministro de un culto religioso.

Monzón concretó los ataques cuando estaba al frente de la parroquia María Madre de Dios, de la ciudad de Reconquista, situada 320 kilómetros al norte de la capital provincial.

En un fallo de 86 carillas, los camaristas dieron intervención al Ministerio Público de la Acusación (MPA) para que investigue los eventuales delitos de falso testimonio de María Pena y Amelia Nilda Florentín, ambas testigos favorables al sacerdote, y la “aludida tentativa de fraude procesal cometida por la defensa al introducir como elemento probatorio material de video supuestamente editado”.

Monzón, de 52 años, fue condenado por el tribunal integrado por los jueces Claudia Bressán, Santiago Banegas y Martín Gauna Chapero por los abusos cometidos contra una niña que tenía tres años al momento de los abusos y contra un niño que tenía poco más de un año.

El excura está preso en la cárcel de Santa Felicia desde el 20 de diciembre de 2019, luego de que la jueza Norma Senn le impusiera la prisión preventiva debido a que de lo contrario habría seguido en libertad hasta que la sentencia quedara firme.

La denuncia que inició las actuaciones fue radicada el 23 de diciembre de 2015 por la madre de la niña, que pertenece a una familia cercana a la parroquia donde se desempeñaba Monzón y que solía colaborar allí. La víctima, que es prima del niño involucrado en la denuncia, contó los abusos del cura en Cámara Gesell y voceros del caso señalaron que siempre mantuvo sus dichos y que fueron coherentes. 

Los familiares del niño, que por consejo del equipo de psicólogos del Poder Judicial no fue sometido a la Cámara Gesell, realizaron la denuncia algunos meses después.

Al momento de los hechos Monzón era párroco en María Madre de Dios y vicepresidente de Cáritas Reconquista, entre otros cargos y responsabilidades.

El 8 de enero de este año, el Vaticano resolvió "la dimisión del estado clerical" del cura Néstor Fabián Monzón, lo que implica que no podrá desempeñar ninguna tarea relacionada con el sacerdocio. El Obispado de Reconquista informó que "la Santa Sede, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, determinó la dimisión del estado clerical de Néstor Fabián Monzón, por motivos que son de público conocimiento".

La autoridad eclesiástica de esa ciudad situada 320 kilómetros al norte de la capital santafesina aclaró que "esta resolución corresponde a la primera instancia, sujeta a apelaciones previstas por el derecho canónico".

El comunicado, de tres párrafos, indicó luego que "ante estas circunstancias difíciles, acompañamos a todos los afectados, especialmente a las víctimas y sus familiares, y renovamos nuestro compromiso en favor de la verdad, la justicia y la paz social".

Voceros de la Iglesia dijeron que la dimisión del estado clerical es el máximo castigo que puede recibir un sacerdote y a partir de eso se le prohíbe de modo permanente el ejercicio de actividades como celebrar misa, oír confesiones y administrar los demás sacramentos.