"La contradicción no está entre economía y salud, acá la contradicción está entre la vida y la muerte, claramente hay muertes que son absolutamente evitables", señaló la médica generalista Valeria Bulla, integrante de la Asamblea de los Trabajadores por la Salud Colectiva, tras realizar una intervención urbana frente al Monumento. Portando cruces negras, los profesionales de la salud apuntaron a sensibilizar a la población y exigir a las autoridades un cambio de estrategia para disminuir la circulación viral en Rosario y el sur provincial. "Pedimos un Botón Rojo pero no para volver de fase, lo que se necesita es un cambio de camino, pensar una intermitencia de cierres y aperturas de la actividad social en su totalidad para poder ofrecer una proyección de acá a tres o seis meses", planteó Lucas De Candia. "El freno del número de contagios permitiría al sistema de salud volver a tener trazabilidad, la capacidad de detectar, aislar, hacer seguimientos y tratamientos de los casos y los contagios, volver a un escenario controlado", agregó el médico.

Bajo la consigna "Cerrar para no contagiar, abrir para trabajar", la asamblea impulsa como estrategia para contener el avance del virus pasar a un Aislamiento Selectivo Programado Intermitente (ASPI). "Proponemos un esquema de nueve o diez días en donde todos nos metamos adentro para poder salir luego a una apertura controlada, donde inclusive se puedan habilitar algunas actividades laborales", dijo Bulla al término de la intervención urbana en la que los referentes de la asamblea, vestidos con delantales celestes y máscaras de protección, marcharon portando 35 cruces negras que posteriormente instalaron en el parque frente al Monumento.

"Lo que aprendimos desde el inicio de la pandemia es que hay actividades que son de mayor riesgo que otras. En momentos de apertura, necesitamos ser muy claros con la población para que todo lo que se haga sea seguro y no sea de riesgo, por eso decimos, apertura controlada con control del daño", agregó Bulla, directora de la carrera de posgrado de Medicina General y Familiar de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR.

De Candia afirmó que es "inaceptable" un reporte diario de mil casos. El médico consideró que "es lo mismo que decir que el 10 a 20 por ciento de ellos se van a morir". En relación a la propuesta de un aislamiento Intermitente, dijo que "tiene por virtud ofrecer una posibilidad de proyección, de mirar para adelante cómo va a ser la vida social, y respecto a la urgente cuestión sanitaria, estos cierres programados permitirían enfriar la pandemia". 

El vocero de la asamblea pidió que ante la crisis sanitaria todo el arco político construya consensos. "Deben sentarse a construir un acuerdo social que luego tienen que defender. Si mañana algún oficialismo sale a proponer un aislamiento intermitente y al día siguiente medios y referentes opositores dicen que no sirve e invitan a la gente a no acompañar, eso puede salir mal. Tenemos que tener mucha coherencia en un acuerdo político y social", planteó De Candia. 

El médico dijo "entender y tener empatía" con aquellos sectores que han adelantado que desobedecerán nuevas restricciones. "La crisis que trae la pandemia es sanitaria, pero también es social, es económica, es subjetiva. No es nuestra intención salir al cruce de esos pedidos porque entendemos que cada sector debe defender sus intereses. Por eso nuestro reclamo es hacia el Estado, que es el que debe salir con una propuesta abarcadora e integral, con medidas especiales en función de las necesidades de cada sector, muchos de ellos pasando momentos de una enorme crisis", argumentó.

Jorge Kohen, profesor e investigador de Medicina del Trabajo en la UNR, dijo que la asamblea resolvió la intervención en función de "la gravedad y el descontrol que tiene la pandemia, y para visibilizar que los infectados y muertos tienen nombre, apellido, rostro, familia". Además, consideró que si no se toman las medidas que están exigiendo "se va a un camino de desastre sanitario" que puede evitarse. "Por eso pedimos el cambio urgente de estrategia de abrir y dejar libre a la responsabilidad individual, y que el Estado reasuma la dirección del control y la indicación para frenar la circulación del virus", apuntó.

Consultado por las declaraciones previas del gobernador Omar Perotti y el intendente Pablo Javkin, quienes señalaron que no hay margen para establecer mayores restricciones debido a la crisis económica, Kohen señaló que es "un gravísimo error". En ese marco, agregó, insistirán en "plantear un cambio de estrategia que incluya a los trabajadores de la salud y al conjunto de las organizaciones sociales, para que juntos pasemos de un cuidado individual a uno colectivo, y podamos construir las burbujas sociales que permitirán una trazabilidad y el bloqueo de la enfermedad".