El Concejo Deliberante de la ciudad de Salta rechazó, de manera unánime, el veto a la ordenanza que propone crear el Parque del Otoño, en el ex basural de La Pedrera. Fue en la sesión de ayer, mediante una resolución.

Con manifestaciones muy duras hacia la gestión municipal, los ediles insistieron con esta propuesta de la concejala Paula Benavides, sancionada a fines de septiembre. En los próximos días, entonces, la ordenanza volverá al despacho de la intendenta Bettina Romero, para ser promulgada de forma automática.

Desde hace varias semanas, diversos proyectos aprobados por el Concejo Deliberante, se han visto frustrados por acción u omisión del Ejecutivo. Entre otras cuestiones se pueden mencionar: el escaso control para el cumplimiento de nuevas ordenanzas; la demora o falta de respuesta a los pedidos de informe; la ausencia de funcionarios a reuniones con los ediles; o bien, tal como sucedió con la iniciativa de Benavides, el veto a ordenanzas sancionadas con amplio consenso.

Naturalmente, estas acciones motivaron distintas reacciones del cuerpo deliberativo, las cuales se tradujeron en fuertes críticas, rechazos y nuevas resoluciones. Muchas iniciativas quedaron así, dando vueltas en círculo, como si se tratara de una carrera en un velódromo, justo en estos tiempos de redescubrimiento de la bicicleta en la ciudad.

Vetódromo

La primera legisladora en exponer las razones del rechazo al Decreto 316/20 (en el cual se establece el veto a la ordenanza en cuestión), fue la impulsora de la iniciativa original, Paula Benavides: “No se trata de autorías ni de quién se lleva las flores por los proyectos, sino de trabajar en conjunto por el beneficio de los vecinos”, dijo.

La concejala del bloque Salta Independiente también sostuvo que, a su entender, “el veto carece de fundamentos sólidos”. Entre los considerandos del decreto se cita el Plan Integral de Desarrollo Urbano Ambiental (PIDUA), el cual establece que el único destino que se le puede dar al lugar donde se pretende llevar adelante el proyecto, es el de parque urbano activo, “y eso es lo que se busca con la iniciativa”, precisó.

Por otra parte, Benavides mencionó que otro de los planteos del Ejecutivo se refería a la cuestión ambiental y la remediación del terreno, teniendo en cuenta que el proyecto prevé la instalación de un Parque Natural en donde funcionaba un basural. En ese sentido, consignó que “el trabajo de saneamiento que debe hacerse en este espacio, estaba contemplado en el proyecto”, y luego agregó: “Si los funcionarios municipales hubiesen participado de las reuniones que ellos mismos solicitaron con la secretaría de Minería de la Provincia, habrían escuchado una palabra más que autorizada (la del doctor en Geología, Ricardo Alonso), que se pronunció a favor de este trabajo y sobre la factibilidad de realizarlo en el corto plazo”.

En consonancia con Benavides, la concejala Frida Fonseca (Salta tiene Futuro) sostuvo que los fundamentos del decreto “son de muy poco valor jurídico” y advirtió que la facultad de veto que tienen los Ejecutivos “debe tomarse con mucha cautela”.

Más dura aún que la propia autora del proyecto, Fonseca disparó: “No me parece positivo que el Ejecutivo avance por el camino de un festival de vetos. En mis cuatro períodos como concejal, no he visto vetos con tan pocas argumentaciones técnicas, jurídicas y políticas como está sucediendo en esta gestión” y, a continuación, enumeró las ocasiones anteriores en las que el gobierno comunal actuó de manera similar, vetando o intentando vetar las ordenanzas sancionadas, a saber: declaración de Emergencia Sanitaria; donación de un terreno al Club Social y Deportivo San Francisco; y creación del Programa de Huertas comunitarias.

En tanto, su compañera de bancada, Romina Arroyo, planteó: “El veto no sólo no tiene fundamentos valederos, sino también tiene fundamentos contradictorios”. La presidenta del bloque Salta tiene Futuro explicó que “en los fundamentos, en realidad, apoyan el proyecto, sosteniendo que hay un pasivo ambiental que hay que remediar para el disfrute de la población; y eso es precisamente lo que busca la iniciativa”.

Luego de Arroyo, volvió a tomar la palabra Paula Benavides, quien solicitó la votación nominal (individual y nombrando a cada uno de los ediles), dada la importancia de la Resolución de rechazo del veto. Vale agregar que, tal como indica la Carta Orgánica municipal, para poder aprobar la iniciativa, se debió contar con mayoría agravada (2/3 del cuerpo de concejales).

Tras la aprobación por unanimidad (19 votos afirmativos), el vicepresidente Ángel Causarano, en ejercicio de la presidencia, solicitó un aplauso para la concejala Paula Benavides.

Fundamentos del veto

Para el Ejecutivo municipal, la ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante presenta un proyecto que “conceptualmente se encuentra alineado con las premisas establecidas por el PIDUA y el Código de Planeamiento Urbano Ambiental, en cuanto se prevé el saneamiento y destino del predio ex Basural La Pedrera, como futuro espacio verde de uso público, (parte del Sistema de Espacios Abiertos), así como la preservación de las Serranías del Este como parte del sistema municipal de áreas protegidas”.

“No obstante ello, la categoría que se asigna para ambas parcelas de ‘Reserva Natural Municipal y de Usos Múltiples’, no coincide con lo establecido por el PIDUA II, ni se encuentra definida como tal en la Ordenanza N° 15.675, (Código de Espacios Verdes) no adecuándose al marco normativo vigente”.

Por lo tanto, sostiene el decreto de veto, “sería necesario y oportuno conjugar las nuevas propuestas con el ordenamiento vigente, por cuanto es menester mantener una visión urbana y territorial del sistema de espacios abiertos, específicamente en lo atinente a las categorías de parques y reservas naturales de gran escala”.