A partir del convenio marco entre la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de esa casa de estudios y el organismo referente en casos de delitos de lesa humanidad firmaron un acuerdo específico de colaboración conjunta. El objetivo es establecer vínculos de cooperación científica y tecnológica para realizar capacitaciones, investigaciones, asesoramientos técnicos y otras actividades en el campo de la antropología y la arqueología.

En conversación con el Suplemento Universidad, la antropóloga, docente de la FFyL e investigadora del CONICET, Daniela Mansegosa, señaló que “la intención del acuerdo es fortalecer la Licenciatura de Arqueología y desarrollar esa línea que tiene que ver con el campo forense, la cual hace mucha falta en Argentina”.

Creada en 2017, la carrera tiene una duración de cinco años y ofrece dos orientaciones: Arqueología aplicada y Bioarquelogía. En abril del año siguiente, la unidad académica estableció un acuerdo con el Misterio Público Fiscal que se tradujo en “aumento de peritaciones de campo y laboratorio, capacitaciones a personal del Ministerio Público Fiscal y Ministerio de Seguridad de la provincia, proyectos de investigación en antropología forense y pasantías a estudiantes de la Licenciatura de Arqueología”.

Ante este escenario, Mansegosa desatacó la importancia de “generar intercambios de saberes con el EAAF”, que refuercen la formación de docentes y estudiantes, y los convoquen “a trabajar en estas causas”.

Por su parte, el director ejecutivo y miembro fundador del EAAF, Luis Fondebrider, celebró el nuevo convenio, que se enmarca en una política de articulación que el organismo sostiene con distintas casas de estudio del país. “Nos parece muy importante que la academia y las universidades también se empiecen a involucrar en esta temática”, dijo Fondebrider a este Suplemento.

Creado en 1984 para dar respuesta a las familias que querían saber qué había pasado con sus seres queridos, víctimas del terrorismo de Estado, el Equipo fue pionero en implementar disciplinas no tradicionales en el ámbito forense. En los últimos años, aplicó esa experiencia en más de 60 casos actuales y puso al descubierto las fallas en la búsqueda de personas desaparecidas y la identificación de cadáveres sin identidad.

El director ejecutivo del EAAF explicó que la colaboración no sólo se centra en la “capacitación y formación de especialistas locales”, sino que también busca “apoyarlos en casos que ellos tienen que investigar, ya que poco a poco en las provincias, afortunadamente, el ámbito académico se empieza a involucrar más en cuestiones oficiales”.

Otro aspecto para destacar es que la Facultad puso a disposición de los antropólogos la “Osteoteca Humana para la investigación forense” que tiene a resguardo, así como los resultados obtenidos en el marco del Proyecto “Aportes de la Antropología forense a la justicia de Mendoza: construcción del primer banco de datos de restos óseos humanos NN”.

Frente a las dificultades que enfrentan los casos actuales, debido a la falta de diálogo y articulación entre las distintas instancias que intervienen a nivel municipal, provincial y nacional, este tipo de convenios permite avanzar en la unificación de criterios en la formación de profesionales y las tareas de campo para hacer búsquedas eficientes, mejorar los tiempos y dar respuesta a los familiares.