Está surgiendo con fuerza en puntos ampliamente accesibles de la virtualidad generada localmente aquello que esperábamos encontrar desde el comienzo de la cuarentena: un arte que puede ser exhibido en una página web, sin que su calidad estética se degrade. Seguramente haya muchísimo de esto en Instagram desde hace meses; en esta nota se reseñan dos instancias de arte visual local que pueden visitarse con un simple buscador.

Pioneros locales del arte digital, Roberto Echen y Darío Homs, vienen trabajando desde hace más de dos décadas en proyectos artísticos cuyo soporte y modos de circulación dependen de lo que se llama "la tecnología" (en sentido amplio, un pincel de pintor/a es también herramienta de una tecnología, vocablo que literalmente nombra un saber hacer). Echen nació en Rosario en 1957; Homs, en la cercana localidad santafesina de Totoras, en 1965. Ambos tienen trayectorias en la Universidad Nacional de Rosario. Más allá de coexistir en una generación intermedia, sus obras no podrían ser más distintas.

Homs, además de poemas con un estilo neovanguardista y textos en prosa (muchos de los cuales vienen siendo publicados en la sección Contratapa de Rosario/12), produce dibujos en tinta, composiciones en programas gráficos y animaciones. Teje su obra visual abstracta sin prisa ni pausa, como la tela de una araña. La obra se realimenta de sí misma en un proceso enriquecedor, donde las piezas bidimensionales confluyen de algún u otro modo en el cauce asombroso de las animaciones. Gracias a una decisión del Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC), que el viernes pasado la linkeó desde su página web www.cecrosario.gob.ar y la inauguró en Instagram, ganó en visibilidad y en reconocimiento institucional su video Versos eléctricos. Consta de una secuencia de 54 animaciones con un tiempo de exposición de 10 segundos cada una, montadas en loop. Está en You Tube y se accede directamente por https://youtu.be/e4d8qmrX2zA. El CEC convocó además a Homs a que invitara a dos artistas más jóvenes y él decidió hacer participar a Federico Gloriani y a Gonzalo Maciel. Por eso el ciclo se titula Trío Tecno

Cabe advertir que el visionado de Versos eléctricos podría causar sobrecarga sensorial en ojos muy sensibles (ante la duda, detener el video a intervalos y desviar la vista). Las animaciones provienen de tramas trazadas sobre la pantalla o de dibujos hechos con tinta o máquina de escribir sobre papel. Entre las tradiciones modernas del op-art y de la abstracción geométrica de, por ejemplo, un Josef Albers (musa de "Rechen" también), las imágenes de Homs laten, vibran, tiemblan, destellan, resplandecen. La magia de las ilusiones ópticas funde los fotogramas en un flujo de tiempo dinámico que les da vida: los anima (de ahí, "dibujos animados"). La belleza sincopada que produce Homs con su singular alquimia de artesanía y tecnología trae al siglo XXI lo esencial del cine, la pura imagen inmersa en un sueño lúcido de movimiento. Los prístinos colores evocan una memoria generacional de cine animado, y también la luz cromática del vitral medieval.

Fotograma de video animación

La obra digital de "Rechen" (así firma) se basa en procesos de inteligencia artificial y le calza bien la etiqueta de net-art: algunas de sus producciones son interactivas, abiertas y sólo pueden ser completadas (es un decir, ya que se abren al infinito) si el público activo echa mano de las herramientas virtuales que el artista le presta. Cada espectador partícipe se convierte en coautor de la pieza, lo que en una de ellas consta en un certificado de autoría que el programa expide en forma libre y gratuita. Las obras, y su libro de ensayos y textos curatoriales ¿Es contemporáneo?  (de descarga gratis en PDF),  están en su página (http://www.rechen.com/), que sumó una novedad: una animación, Constable meets Rechen (http://www.rechen.com/Constable-meets-rechen/Constable-pc.php), dada a conocer a mediados de año a través de la galería rosarina Estudio G, que dirige Gabriela Galassi. Consiste en la intervención de una reproducción digital de la pintura Flatford Mill, "Scene on a Navigable River" (1817), del pintor paisajista británico John Constable (1776-1887), cuyo original al óleo se encuentra en la Tate Gallery de Londres. Como artista, docente, ensayista y gestor cultural, se puede situar a Echen en el conceptualismo, tendencia que considera como verdadera materia del arte al pensamiento. En su caso se trata de un pensamiento que interroga al sistema del arte, es decir, a las fuerzas sociales que hacen que un objeto sea considerado artístico.

Por su parte, como creador de obras abstractas en los márgenes de una escena donde prevalece dicha versión académica del conceptualismo (en parte gracias a Echen, que viene detentando cuotas importantes de poder en influyentes ámbitos públicos), Homs escribe su propio alegato de preguntas muy productivas: "¿Existe lógica donde no se puede establecer sentido? (...) ¿Arte o vacuidad en el peor sentido? ¿Hacer cosas bellas resulta perturbador?". Afirma Homs en su biografía, donde acaso se mezclen el orgullo de la integridad estética y el champagne amargo de vernissages como mero espectador: "No posee premios ni distinciones, nunca logró ingresar al Salón Nacional de Rosario".

Materia de estudio en la Escuela de Bellas Artes de la UNR, John Constable fue un pintor que salió a recobrar el estado prístino de un paisaje natural que estaba siendo arrasado por la Revolución Industrial, volviéndolo objeto de goce estético en el tiempo mismo de su destrucción. Sabemos ahora que Constable "editaba" el paisaje "intervenido" por las chimeneas y el humo de las fábricas. A su vigencia en pleno ecocidio del Delta y demás humedales del planeta Tierra, se opone su carácter de ícono colonialista, que "Rechen" desacraliza reponiendo lo industrial en un sentido de industria cultural y a través de una suerte de contaminación, como si la imagen contrajera una enfermedad. El tono es el de una broma estudiantil. El texto-collage de Clara López Verrilli abunda en contraseñas para entendidos y cita en inglés parlamentos de Tyler Durden (Brad Pitt) del guión de la película El club de la pelea (1999, dir. David Finch, sobre un libro de Chuck Palahniuk). 

Con la pandemia, pese a sus lamentables calamidades, se retira la marea rosé de las inauguraciones de "emergentes", descubriendo la arena de los artistas +50. El autor de Versos eléctricos deja su dirección en Instagram (@dr.homs) como pista para hallar sus libros: Baño; Tomá Matáte; Yo ví llorar a Dios; Volumen 4; Tilt; 6 homs 7 cruces; Diario Homs. El de Constable meets Rechen es curador de la rebautizada Quarentena del Arte y anuncia que está abierta la recepción de proyectos hasta el 20 de este mes (más información en https://www.rosario.gob.ar/web/agenda/quarentena-del-arte-rosario-convocatorias-abiertas).