El hombre acusado de transportar explosivos a la Argentina para atentar contra una institución judía negó todo vínculo con el caso. Hassan Zein Aldeen le dijo a una radio de Misiones que la policía paraguaya ni lo citó ni le preguntó nada sobre la versión, instalada mediante un anónimo, de que Aldeen trasladaría nitrato de amonio desde Encarnación, en Paraguay, donde vive, a Posadas, Misiones. La historia en sí misma tiene una incongruencia: en un atentado como el de la AMIA se utilizaron 300 kilos de nitrato de amonio. Si uno necesita traspasar una frontera con un explosivo, no recurre al nitrato de amonio porque son muchos kilos, sino a dinamita, trotyl o algún explosivo plástico que requiere sólo de cuatro o cinco kilos para producir una enorme destrucción. Todos esos explosivos se consiguen en Paraguay.

Hassan Zein Aldeen fue entrevistado por la FM Show de Misiones y argumentó: "Soy comerciante, vivo hace 17 años en Encarnación, no tengo nada que ver con la carga. Soy una persona normal. No estuve detenido, pasó que marcaron mi nombre". El hombre, desde 2010, intentó ingresar a Posadas, sin lograrlo. “Me invitaron varias veces a comer asado a Argentina y no pude pasar, no sé por qué. Yo no quiero ningún problema, quiero vivir tranquilo”, manifestó el comerciante libanés. Fuentes argentinas sostienen que en verdad su impedimento es a salir de Paraguay, a donde está acusado de estafa. En Argentina, al menos hasta ahora no figuraba como una persona peligrosa.

La versión se inició con un anónimo que llegó a la embajada argentina en Londres. “Hassan zeinaldeen moving nitro amonio from encarnación to posadas”, “bigbombswillgo off in argentina targetingthejewishcommunity”. O sea, que Hassan Zein Aldeen traslada nitrato de amonio de Encarnación a Posadas. Una gran bomba explotará en la Argentina con la comunidad judía como objetivo. El alerta, difundido el viernes, motivó también un comunicado de la DAIA, mientras que fuentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) se negaron a comentar la información llegada desde Londres. En verdad, el dato no es nuevo: viene circulando desde agosto.

En los últimos días, cerca de Encarnación se encontró un cargamento de 12 cartuchos de dinamita, cada uno de 400 gramos, cerca de cinco kilos en total, con lo que se preparaba un ataque a la cárcel de Cambyretá. El objetivo era liberar a los presos del Primer Comando Capital (PCC), la organización de origen brasileño que domina las cárceles de Paraguay y que además maneja buena parte del narcotráfico. En el penal, cercano a Encarnación, están alojados varios de los líderes del PCC. No se puede descartar que el anónimo llegado a Londres haya sido una maniobra distractiva: hacerles pensar a las autoridades paraguayas que el peligro estaba en el cruce de Paraguay a Argentina, mientras que armaban el ataque a la cárcel.

Desde hace décadas, los servicios de inteligencia norteamericanos vienen insistiendo en que la zona de la Triple Frontera, es decir el límite entre Paraguay, Argentina y Brasil, del lado guaraní, es refugio de células terroristas. Hasta el momento nunca se encontró nada, pero es público y notorio que Ciudad del Este es un centro de contrabando al que se acusa también de intensos lazos con el narcotráfico. Lo único que se pudo comprobar en todos estos años es que en la comunidad islámica chiita de Ciudad del Este se recaudan fondos para Hezbollah, organización que tiene un ala parlamentaria y un ala militar. Para Estados Unidos y, desde el macrismo también para la Argentina, todo Hezbollah está calificada como organización terrorista. Hay otras naciones e incluso la totalidad de Europa, que no considera terrorista a Hezbollah en su parte parlamentaria. Igualmente, siempre la aspiración de Washington fue poner una base militar en la zona de la Triple Frontera e intervenir en la región. De todas maneras, Encarnación no es la Triple Frontera, hay 250 kilómetros de distancia. 

El dato que resulta incongruente del anónimo es el del traslado del explosivo. En la época del atentado de la AMIA, el nitrato de amonio era muy fácil de conseguir porque se utilizaba, por ejemplo, como fertilizante. Hoy en día su uso está más restringido y controlado. Pero lo que se sucede es que para un ataque de envergadura se necesita una cantidad enorme de kilos, 300 en AMIA, lo que significa un obstáculo para pasarlo por una frontera. En cambio, los cinco kilos de dinamita que se encontraron en el micro en el departamento de Itapuá tenían una capacidad de destrucción descomunal: las autoridades paraguayas calculan que la onda explosiva hubiera impactado en un diámetro de cinco cuadras.