Tras los polémicos dichos de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, en contra de los docentes, que generaron un masivo repudio y pedidos de renuncia de la funcionaria, el gobierno de la Ciudad anunció que el 17 de febrero comienzan las clases presenciales en todas las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. Así lo comunicó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien señaló que la decisión busca "evitar un daño irreparable para el neurodesarrollo de los niños y su salud afectiva". El anuncio se realizó unas minutos antes de que el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, asegurara que desde la cartera educativa está "todo listo para que en 2021 la presencialidad en las escuelas sea la regla", aunque sostuvo que eso no significa "retomar las clases como eran antes de marzo". Los gremios de docentes porteños rechazan la decisión del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta por considerarla "unilateral".

“Lo hemos venido comentando en los últimos tres meses. Siempre dijimos que queremos revincular a los niños con el espacio escolar y sus compañeros para evitar un daño que es irreparable. Es la posición que ha tenido el Ministerio de Educación y la posición que tiene este Ministerio de Salud, que es la de acompañar porque buena parte de ese daño hace al ámbito del neurodesarrollo del niño y su salud mental y afectiva”, señaló el ministro Quirós en una conferencia de prensa en la que anunció la vuelta a clases presenciales.

El ministro explicó que "las clases tendrán una dinámica de presencialidad y con cuidados de protocolo que requiera el momento epidemiológico que estamos viviendo en ese momento ya sea porque esté la curva epidémica muy controlada o porque estemos en un potencial rebrote”. 

Por su parte, el ministro Trotta también comunicó que el ciclo lectivo 2021 será de forma presencial. Sin embargoaclaró que eso "no implica retomar las clases como eran antes del mes de marzo". 

Además, al ser consultado por la decisión del gobierno porteño de comenzar la clases en febrero, el ministro señaló que "la fecha la define cada una de las jurisdicciones" y hasta ahora la mayoría las provincias y distritos, excepto la Ciudad de Buenos Aires, "están planteando la vuelta a clases presenciales la primera o segunda semana de marzo".

Por su parte, los gremios docentes señalaron que la decisión del gobierno porteño "no cuenta ni con consultas ni con consensos" de ningún sector. "Estamos en contra, tenemos que empezar en marzo como todos años porque este año hubo ciclo lectivo. Además fue una decisión unilateral, porque en ningún momento convocaron a los gremios para debatir cuándo comenzar", aseguró a Página/12, Eduardo López, secretario general adjunto de UTE.

"Todas las escuelas están abiertas y las burbujas son un fracaso porque no hay chicos en las escuelas, solo hay funcionarios y fotógrafos. La mejor forma de ocultar el fracaso de las burbujas es proyectarse en un probable futuro", apuntó López.

En el mismo sentido, el secretario adjunto de la Asociación Docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys), Jorge Adaro, indicó que "adelantar en 15 días el inicio del ciclo lectivo es más para la tribuna que algo que tenga efectos prácticos concretos".

"Nosotros lo que decimos es que esto fue una decisión unilateral totalmente inconsulta por parte del ministerio. Nuevamente no se convoca, se toma una determinación y se la comunica por los medios de comunicación. La cuestión de empezar el 17 de febrero tiene que ver con algo más marketinero porque no hay ningún cambio de fondo", añadió Adaro.