Si es cierto que existe en la vida de las personas un día ideal, el de este martes fue para la cineasta Paula Hernández lo más similar a eso en relación a su carrera profesional. Su cuarto largometraje, Los sonámbulos –estrenado en salas el año pasado- fue elegido por los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina para representar al cine nacional en la pelea por una precandidatura al Oscar al Mejor Film Internacional. Pero para saber si finalmente Los sonámbulos queda como nominada restan una serie de instancias que ahora dependen de la Academia de Hollywood. Como frutilla del postre, el opus cuatro de Hernández ganó este martes el Premio Sur a la Mejor Película y ella a la Mejor Dirección. Estos galardones los entrega la misma Academia local. Y para un cierre a toda orquesta, este martes se presentó su nuevo largometraje, Las siamesas, en la Sección Oficial fuera de Concurso del 35º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Protagonizada por Érica Rivas, Luis Ziembrowski, Ornela D’Elia, Marilú Marini, Valeria Lois, Rafael Federman y Daniel Hendler, la historia tiene como protagonistas a una mujer madura y su hija de 14 años, sonámbula, en pleno despertar. También a un matrimonio en los bordes de una crisis silenciada. Una familia ritualista, matriarcal y endogámica. Un nuevo verano, sudor, alcohol, tradiciones. Cuerpos desnudos, cuerpos que cambian y las miradas sobre esos cuerpos nacientes. Un nuevo festejo de fin de año en la vieja casona histórica familiar es la encerrona para que los sonámbulos finalmente despierten. El film tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de San Sebastián (Competencia Oficial de la sección Horizontes Latinos). Y ganó premios en el Festival de La Habana 2019 (Mejor Película, Guion y Mejor Actriz para Erica Rivas) y tuvo un gran recorrido internacional que incluyó Toronto, entre otras muestras prestigiosas.

El anuncio de la elección de Los sonámbulos se realizó en los jardines del Museo Larreta y bajo el protocolo para eventos al aire libre. Contó con la presencia del ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, y el vicepresidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográfica de la Argentina, Juan Vera, quien leyó una carta del presidente de la entidad, Bernardo Zupnik, que se disculpó por no asistir debido a que se encuentra dentro de los grupos de riesgo de esta pandemia. Zupnik hizo un repaso por las dificultades que generó la pandemia en el cine y en la institución que preside y remarcó la falta de apoyo. De hecho, expresó que “hay peligro de continuidad” de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina debido al “estado desesperante” por el tema financiero.

"Que llegue la vacuna así podemos vernos con la cara entera", celebró Paula Hernández al enterarse de la gran noticia de Los sonámbulos, luego de finalizada la escueta -pero simbólica- ceremonia que condujo la periodista Gabriela Radice. "Les agradezco muchísimo a todos los que votaron la película. La verdad es que fue un trabajo hermoso y difícil que hicimos durante mucho tiempo. Es una película que queremos mucho, que fue muy compleja de hacer y de sostener y estoy muy emocionada", señaló la directora de Herencia, Lluvia y Un amor.

"Es una película de la que estoy muy orgullosa de haberla hecho y de la forma en que la hicimos, apostando desde situaciones muy independientes. Tiene una estructura absolutamente independiente en su posibilidad de hacerse y es muy reconfortante todo el recorrido que tuvo", afirmó la cineasta. También reconoció que Los sonámbulos no es solamente su cuarto largometraje de ficción sino también “un quiebre” dentro de su narrativa. “Siento que las tres primeras conforman una obra que tiene que ver con un determinado momento y para mí hay un quiebre que arranca con Los sonámbulos y, de alguna manera, se continúa con Las siamesas ahora", argumentó Hernández sobre su nueva etapa.

La directora le comentó a Página/12 la larga serie de dificultades que tuvo para filmar su laureado film que se estrenó en 2019. "Hubo muchas postergaciones. Los sonámbulos se hizo con un fondo de Ibermedia y un fondo Visions sud est, pero tardamos muchísimo en poder armar la financiación local porque fue toda la época del Incaa con cambios de planes de fomento, créditos detenidos durante un año. Todo eso hizo que la producción fuera muy compleja. La filmamos en cinco semanas de una forma muy acotada en los alrededores de Buenos Aires, cuando la idea original era irnos a un campo y eso no se pudo hacer ni por tiempo ni por presupuesto. Lo que sí puedo pensar es que todas esas demoras hicieron que la película también madurara y llegara a su punto justo al momento de filmar. Hubo muchísimo trabajo con los actores y con las actrices, con el equipo técnico. Eso hizo que llegáramos al set con un background bastante grande", reconoció la realizadora.

Respecto de qué chances le ve a Los sonámbulos de que quede como nominada, Hernández apeló a una estrategia del director técnico Reinaldo “Mostaza” Merlo: “Es paso a paso”. "Cuando uno hace una película no piensa especialmente en las cuestiones que tengan que ver con los premios. Lo que viene está buenísimo, sea una nominación o una posibilidad de participar en un festival, pero también hay que tomarlo con pinzas. No hay que adelantarse", agregó. Independientemente del Oscar, Hernández expresó su postura sobre los premios en general: "Es el reconocimiento a un trabajo, pero que siempre tiene también una cierta carga de subjetividad. Los jurados también tienen que ver con gustos, elecciones. Por supuesto que me alegra por mí, por el equipo, por los actores y actrices de la película", dijo con sinceridad.

Además de los premios Sur a la Mejor Película y Dirección, Los sonámbulos cosechó tres galardones más: al Mejor Vestuario, al Mejor Maquillaje y Caracterización y a la Mejor Música Original. La otra película que recibió cinco Premios Sur fue Las buenas intenciones, de Ana García Blaya: Mejor Actor de Reparto (Sebastián Arzeno), Mejor Guión Original (Ana García Blaya), Revelación Masculina (Sebastián Arzeno), Revelación Femenina (Amanda Minujín) y Mejor Opera Prima. Graciela Borges fue elegida la mejor actriz por El cuento de las comadrejas, de Juan José Campanella, mientras que el mejor actor fue Gustavo Garzón por Sueño Florianopolis, de Ana Katz. La mejor actriz de reparto fue Verónica Llinás por La odisea de los giles, de Sebastián Borensztein. Fue reconocido Flora no es un canto a la vida dirigida por Iair Said, en la categoría Mejor Documental. El Premio Sur a la Mejor Fotografía quedó en manos de Julián Apezteguía y Manuel Rebella por Muere, Monstruo, Muere, de Alejandro Fadel. En tanto, el mejor sonido fue el de José Luis Díaz por El cuento de las comadrejas