La Sala I del Tribunal de Juicio de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán notificó que los días 1, 2 y 3 de diciembre se llevará a cabo la audiencia de debate oral en la causa en la que los hermanos Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo "Hula" Castedo están acusados de instigar el homicidio de la productora rural y comerciante Liliana del Valle Ledesma.

Esta es la tercera citación a juicio en esta parte de la investigación, cuyo trámite viene siguiendo un camino tortuoso. Durante diez años estuvo paralizada en relación a los hermanos debido a que estaban prófugos. Finalmente, en 2016, ambos quedaron a disposición de la Justicia salteña. 

A principios de 2019 se anunció la realización de la audiencia, pero fue suspendida y volvió a anunciarse para octubre de ese mismo año, cuando también se suspendió. Pasaron las fiestas de fin de año y la feria judicial de enero y en marzo sobrevino la pandemia. Ahora el presidente del Tribunal, Edgardo Laurenci, notificó a las partes, la Fiscalía, la querella de la familila de la víctima y la defensa, de que se hará en los primeros días del mes venidero. 

No se conocieron detalles sobre la modalidad que tendrán las tres audiencias, pero es posible que los hermanos, que también tienen causas federales por narcotráfico, la sigan por videoconferencia desde la cárcel de Ezeiza, a donde fueron trasladados en noviembre del año pasado, luego de que se supiera de un supuesto plan de fuga del Complejo Penitenciario Federal III del NOA, ubicada en General Güemes

Es que, según informó en noviembre de 2019 el juez federal de Garantías de Orán, Gustavo Montoya, se advirtió al Poder Judicial de Salta de la peligrosidad que implicaría el traslado de los hermanos hasta la ciudad de Orán para que participen de las audiencias de manera presencial. Para este magistrado, los hermanos deben seguir el juicio por telecoferencia desde Ezeiza. 

Liliana Ledesma fue asesinada a cuchillazos por tres hombres, con la participación de una mujer, el 21 de de septiembre de 2006, en la localidad fronteriza de Salvador Mazza. El crimen se cometió poco después de que denunciara el cierre de caminos vecinales en la frontera con Bolivia para dejar esa zona liberada al narcotráfico y al contrabando en general

La joven hizo esta acusación como referente de una organización de pequeños ganaderos que tienen sus puestos o fincas en la zona de frontera y que se veían perjudicados por el cierre de este camino a la altura de la finca El Pajeal, que por era conocida como de propiedad del por entonces diputado provincial José Ernesto Aparicio (fallecido). Ledesma denunciaba que los Castedo eran socios de Aparicio, aunque posteriormente, se determinó que el capo narco Delfin Castedo era el propietario de esta finca.

Los Castedo no fueron imputados inicialmente por este homicidio, a pesar de que los familiares de Ledesma los señalaron formalmente la misma noche del 21 de septiembre. Sin embargo, el juez de Tartagal Nelson Aramayo solo los citó a prestar declaración informativa y tras completar este trámite ambos hermanos desaparecieron y estuvieron prófugos hasta 2016. 

Delfín fue detenido recién en julio de 2016 en la localidad bonaerense de Ituzaingó. Y "Hula", que a poco de salir del país fue detenido en Bolivia, imputado y luego condenado por narcotráfico. A principios de 2016 fue extraditado a Argentina, a instancias de la Procuraduría de Narcocriminalidad, que lo investigaba por el tráfico de estupefacientes.

Ledesma fue asesinada en una pasarela del barrio Villa las Rosas, de Salvador Mazza. Aníbal Tárraga, Lino Moreno y Casimiro "Nene" Torres la rodearon y la acuchillaron. Hasta ahí la había llevado, con engaños, María Gabriela Aparicio, hermana de Ernesto. Por escuchas telefónicas en una causa en la que se investigaba a Delfín por narcotráfico, se estableció que los Castedo les habían pagado para que cometieran este crimen. Los cuatro autores materiales fueron condenados a prisión perpetua en 2010. En ese juicio fueron también fueron condenados por encubrimiento Patricia Guerra y Juan Moreno.

Los Castedo tenían un estrecho vínculo con Ernesto Aparicio, que aparecía como dueño de la finca El Pajeal, aunque luego se demostró que el propietario era Delfín Castedo, que también tenía la finca El Aybal, con las que totalizaba unas 28 mil hectáreas en una zona estratégica que da a Bolivia. Con el añadido que del otro lado de la frontera, Roxana Casteda, hermana de Delfín y Hula, es dueña de 30 mil hectáreas vecinas.

Del lado argentino, las dos fincas de Castedo han sido embargadas y entregadas para su explotación a la Universidad de Buenos Aires (UBA)

El avance de las investigaciones de la Procunar dejó en claro que los Castedo funcionan como un clan familiar (típica forma de organización de los grupos delictivos vinculados al narcotráfico en el norte salteño). Otros cuatro integrantes de la familia fueron detenidos también en relación a otros actos ilícitos. 

En enero de 2018 fue detenido Roberto César Castedo, cuando transportaba casi 100 kilos de cocaína. Un cuarto hermano, Rafael Castedo, está imputado por asociación ilícita. En enero de 2019 la policía boliviana detuvo en Yacuiba al marido de Roxana Castedo, Mario Morfulis Herrera, sindicado como un proveedor de cocaína. Y en junio de ese mismo año fue detenida la esposa de Delfín Castedo, Melba del Carmen Araujo, en relación al tráfico de 180 kilos de cocaína.