Las mujeres son protagonistas de la historia: desde la reivindicación de los derechos hasta el reclamo -que ya es un grito desgarrador- del Ni una menos, está demostrado que cambió el paradigma. Pero esto no sucedió siempre: sistemáticamente las mujeres fueron apartadas, discriminadas y rebajadas. Mucho de eso aún sigue presente en la sociedad, pero el firme posicionamiento femenino está logrando que sean respetadas. Sin ser un libro de género, Aventura y convicción. Trayectoria de las mujeres en la Argentina emergente (Reverdecer) da cuenta de las luchas que protagonizaron a lo largo de la historia ya sea de manera pública y reconocida como de forma cotidiana y casi en silencio. El libro fue escrito por la historiadora María Inés Fernández, quien además de ser licenciada en Historia por la Universidad de Buenos Aires, también es Magister en Historia Social por la Universidad Nacional de Luján.

Aventura y convicción está organizado en cuatro partes. La primera muestra a aquellas mujeres valientes de la época de la colonia, el virreinato, los sucesos de Mayo y las guerras de la Independencia que colaboraron en la lucha de los patriotas contra los españoles, y más tarde en la disputa entre unitarios y federales. En la segunda parte, Fernández aborda a la mujer a partir del siglo XIX: desde la conformación del Estado-Nación hasta la década de 1890 con la oleada inmigratoria. También parte del siglo XX cuando se produjo un salto cualitativo y se comenzó a sentir la voz de las mujeres: desde la búsqueda de los derechos y las luchas sindicales, como las famosas huelgas de cigarreras, y el derecho al sufragio. En la tercera parte Fernández les otorga visibilidad a aquellas que sufren por un mundo despiadado y machista y que a comienzos del siglo XXI logran una fuerza pujante con las conquistas sociales a través de las marchas contra la violencia de género, por el matrimonio igualitario y la presencia de líderes transgénero. La cuarta parte destaca a mujeres que reflejan vivencias personales en un tono más intimista.

"Este libro surgió con la idea de darle homogeneidad a notas que habían aparecido desde 2014 hasta fines del 2019 en el periódico Nuevo ciclo, del barrio de Boedo, donde escribí", cuenta Fernández en la entrevista con Página/12. A la escritora le ofrecieron un espacio sobre historia de las mujeres y desde aquel momento comenzó a posar su pluma sobre distintas mujeres de la historia argentina. "Estas notas que fueron del diario están revisadas, ampliadas y, en algunos casos, modificadas porque una nota no es un capítulo de un libro. Es mucho más corta. Pero de todas formas traté de conservar la idea original de aquellos artículos", agrega la historiadora.

-Algo muy destacable del libro es que le dedica un lugar no sólo a mujeres reconocidas y públicas sino también a las anónimas para la historia. 

-En realidad, la historia oficial siempre ha tratado de mostrar a mujeres públicas que se han destacado, lo cual es loable y muy importante. Lo digo desde el punto de vista ideológico, político y cultural. Pero me parece que ya es el momento de dar espacio y voz a muchas que no tienen o no tuvieron la posibilidad de llegar a destacarse por algún motivo especial pero que, sin embargo, están en la lucha permanente, están en el día a día, en lo cotidiano y eso también se tiene que mostrar. Me parece importante haber incorporado a mujeres que no tienen reconocimiento alguno y, humildemente, traté de hacerlo, aunque fuera mínimo.

-Este libro llega en un momento en que las mujeres son protagonistas de muchos cambios en la sociedad. ¿En cierto sentido es también un libro sobre el presente?

-En realidad, éste es más que nada un libro sobre el presente. Si bien hay mujeres como Eva Perón o Nelly Omar, que son de otro momento histórico y que representaron mucho para nuestro país e incluso para el mundo, esta publicación llega en un momento crucial porque la mujer va tomando más relevancia día a día, pero no toda la que tendría que tener. Por eso me parece que éste es el momento. Si bien no es un libro de género (porque no hace una defensa a ultranza al género), trato de destacar a esas mujeres trabajadoras y en muchos casos amas de casa y trabajadoras afuera o líderes de los últimos movimientos de mujeres y e indigenistas, por ejemplo.

-Mencionó a los movimientos indigenistas y les dedica un espacio importante a distintas mujeres originarias. ¿En ellas la lucha y la discriminación van de la mano?

-Sí. Las incorporé porque son las menos recordadas, las menos visibilizadas. Con la mayoría tuve un contacto porque las entrevisté. Y me parece que su voz y su reclamo es siempre estar igualitariamente en un plano que las identifique, que las incorpore y que las incluya porque se sentían absolutamente excluidas. Y este libro trata también de la inclusión de la mujer. Es la inclusión de las mujeres que no estaba reflejada. En el libro se va viendo cómo la mujer va tomando un lugar distinto en cada etapa.

-Si tuviera que pensar en la principal referente del rol de las mujeres en la vida política argentina, ¿esa persona sería Evita?

-Sí. Hay otras mujeres pero no de la envergadura de Eva Perón. Es la referente por muchos motivos. Desde el punto de vista de la política, Eva la dio a la mujer un espacio que no tenía. Además de que las mujeres tuvieran tareas su casa, Eva también les pedía y les daba la posibilidad de que salieran a trabajar, acompañar en la lucha cotidiana al hombre, como ella lo hacía con Juan Domingo Perón, pero que también tuvieran su rol, su espacio. Les habló a las mujeres desde un lugar que nunca nadie antes les había hablado para inducirlas desde las unidades básicas, desde las famosas censistas, desde la Fundación de Ayuda Social, que después fue la Fundación Eva Perón, desde el Policlínico de Avellaneda, con el grupo de enfermeras que formó…Desde todos esos espacios Eva Perón les trazó un camino de lucha y de participación política.

-El libro permite trazar un desarrollo respecto de cómo fue cambiando el rol de la mujer a lo largo de la historia, porque no es lo mismo la época de la Revolución de Mayo que la de las marchas por el aborto y las del Ni una menos, ¿verdad?

-En relación a eso tiene un reflejo el título del libro. Cuando vinieron en la época de la colonia y el virreinato, eso fue una aventura que intentaron seguir adelante. A medida que fue pasando el tiempo en las distintas épocas fueron asentándose y cada vez más hasta llegar al día de hoy que se transformó en la convicción. Diría que desde fines del siglo XIX hasta el presente es la convicción de que el mundo ha cambiado y que su trayectoria también ha cambiado. La trayectoria es para estar, para quedarse, para participar y para ser incluidas. Y para que sus voces se sientan cada vez más, no como un revanchismo contra los hombres, simplemente para ubicarse como personas y ubicar a los demás para que respeten el lugar que les corresponde.

* Para conseguir el libro se puede consultar a [email protected]