¿Qué es y qué se puede hacer con un libro? En la conferencia virtual “Materialidades híbridas del libro”, la poeta y artista estadounidense Amaranth Borsuk reflexionó sobre la forma y el contenido del libro, en el marco de la 12° Fiesta de la Lectura, que se realizó de manera online en el Malba (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires). “Un libro es un dispositivo portátil de almacenamiento y recuperación de información, una forma material para la diseminación de texto”, planteó la autora de El libro expandido, publicado en Argentina por la editorial Ampersand. Aunque esta no es la única definición, Borsuk confesó que le ha servido para pensar de dónde vienen los libros y hacia dónde van.

“No creo que los e-readers estén reemplazando a los libros, ni que sean malos, ni formas degradadas de libros. El libro ha cambiado en el transcurso del tiempo y seguirá haciéndolo”, subrayó la profesora adjunta en la Escuela Interdisciplinaria de Arte y Ciencias de la Universidad de Washington Bothell, donde también codirige la Maestría de Escritura Creativa y Poéticas. Una de las cuestiones que descubrió durante su investigación para El libro expandido es que todos los libros, ya sea un volumen único encuadernado o un e-book en un Kindle, la interfaz en la cual leemos, impacta en el sentido de la obra. “La razón por la cual los libros de artistas son un importante objeto de estudio para quien quiera entender y apreciar lo que es un libro y lo que puede hacer es porque siempre interrogan su forma material, hacen que la materialización sea central a la experiencia de lectura recordándonos el cuerpo del libro y del lector y el momento performativo en que ambos se encuentran. Nos recuerdan que un libro es y siempre ha sido un medio interactivo”, explicó Borsuk.

La poeta y artista estadounidense recordó el manifiesto del escritor y artista mexicano Ulises Carrión (1941-1989), “El arte nuevo de hacer libros”, publicado en 1975 en la revista literaria Plural, de Octavio Paz: “Un libro es una secuencia de espacios. Cada uno de esos espacios es percibido en un momento diferente: un libro también es una secuencia de momentos. Un libro no es un estuche de palabras, un saco de palabras, un soporte de palabras”. Para Borsuk Carrión “está tratando de revolucionar al establishment literario, para quienes sentía que el libro se había convertido en un objeto tan mercantilizado que resultaba aburrido”. “Quería ver la experimentación con la forma del libro y usar el libro para crear un mundo totalmente nuevo y separado del tipo del mundo que se crea mediante la simple narrativa”, precisó la poeta, autora de cinco volúmenes de poesía.

“Como el libro tiene un cuerpo como el nuestro, también puede ser efímero, susceptible al deterioro y la destrucción, ya sea por humedad, fuego o insectos. Cuando hay un cambio de régimen, uno de los primeros objetivos siempre es la actividad intelectual medida en libros y bibliotecas que se prenden fuego. Tendemos a pensar en lo efímero y en las cosas que no duran como algo asociado a los medios digitales; pero no solo las tecnologías digitales cambian y se evaporan”, aclaró Borsuk y como ejemplo desplegó la serie Literaturwurst, realizada por el artista alemán Dieter Roth (1930-1998), que redujo a pulpa y cocinó libros y revistas que no le gustaba. “Usaba las recetas de salchicha de su madre para convertir a Marx, Hegel y a diarios sensacionalistas alemanes en salchichas que curaba para la posteridad”, comentó la poeta y artista estadounidense.

Roth juega con la idea de la tripa de salchicha, porque al igual que un libro, Literaturwurst está cubierto de piel, “pero a diferencia de la piel de animal de un libro con tapa de cuero no permite acceso al contenido”. Para Borsuk hay un comentario implícito sobre la forma en que consumimos libros “transformándolo potencialmente, si lo comiésemos”. La poeta y artista estadounidense agregó que Roth “también se burla de los custodios que tienen la tarea de tratar de preservar estos libros de artistas, que ahora están en instituciones de todo el mundo para la posteridad, cuando de hecho la vida útil de una salchicha podría ser de seis semanas, a menos que se refrigeren”. “Los libros son susceptibles al deterioro y la destrucción al igual que el cuerpo humano”, comparó la autora de El libro expandido. Hacia el final de la conferencia, seleccionó una serie de definiciones, entre las que se destaca la de la artista Indira Allegra: “El libro es un dispositivo de viaje en el tiempo, nos permite meternos en la imaginación de una mente futura”.