Uno de los primeros altos cargos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en revelar los contactos entre el organismo que encabezaba Gustavo Arribas y el Servicio Penitenciario Federal (SPF) fue Alan Ruiz, a cargo de un área de Operaciones Especiales de la AFI y señalado como el motor de las tropelías de los Súper Marios Bros. Ayer fue su turno para responder preguntas sobre el rol de la AFI en las cárceles pero prefirió el silencio y presentó un escrito en el que niega haber ordenado o participado de actividades de inteligencia ilegal en el ámbito penitenciario. Sin embargo, para mala suerte de Ruiz, hay declaraciones que le apuntan como uno de los nexos estables con la inteligencia de las cárceles.

Alan Ruiz llegó a la AFI en 2018 desde el Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich. La mayoría de los hechos que se investigan en Lomas de Zamora tuvieron lugar mientras él ocupaba --aunque sin designación oficial-- un cargo clave dentro de la estructura de Contrainteligencia. Los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide lo sitúan como una figura clave de lo sucedido con los presos kirchneristas en el penal de Ezeiza y con el “alambrado” de la alcaidía 3 de Melchor Romero.

Lo curioso es que muchas de las pistas para avanzar en la investigación sobre lo sucedido en las cárceles las dio el propio Ruiz en su segunda indagatoria en Lomas, que ahora busca arreglar diciendo que venía de una larga detención y que no había tenido acceso todavía al expediente. La estrategia de Ruiz pasa por dividir lo sucedido en las cárceles federales de lo sucedido en la alcaidía provincial.

Él mismo reconoció en su indagatoria del 8 de julio que había mandado a personal de la AFI a instalar cámaras en la unidad provincial, supuestamente a pedido del Ministerio de Justicia bonaerense porque iba a producirse un traslado de integrantes de Los Monos. Ahora sostiene que se confundió y que se trataba de un traslado de los hermanos Víctor y Cristian Schillaci junto con Martín Lanatta. El problema es que ya declararon los integrantes de Operaciones Técnicas de Contrainteligencia y dijeron no sólo que los mandó Ruiz sino que inventaron hasta sus números de documentos para ingresar a la cárcel, lo que deja claro que había mucho por esconder. Uno de los subordinados de Ruiz e imputado en la causa, Jorge Sáez, relató ante la Bicameral de Inteligencia que se”alambró” Melchor Romero ante una posible detención de Pablo y Hugo Moyano.

En su anterior declaración, Ruiz también dio pistas para entender la relación entre la AFI y el SPF. Dijo que hubo una reunión en la sede central de la exSIDE entre los directores de los dos organismos, que dio pie a una segunda reunión entre él y Cristian Suriano, el director de Análisis de la Información del SPF, y que, después de ese encuentro, fueron a visitar el penal de Ezeiza junto con tres agentes. Dos de ellos, Martín Terra y Dominique Lasaigues hablaron largamente de esa visita. Los fiscales encontraron planillas sobre los presos en los teléfonos de los agentes de la AFI, lo que pondría en evidencia cuán aceitada era la coordinación. Nadie pudo, hasta ahora, dar una explicación a ese hecho. Ruiz tampoco.

El otro indagado de ayer fue el abogado Facundo Melo, exagente de la AFI y acusado también de ser parte de la trama del espionaje ilegal. Melo dijo que no entendía por qué lo imputaban por haber recibido una de las planillas con datos de los presos cuando él ni siquiera había abierto el archivo, supuestamente. Durante la indagatoria, que duró menos de media hora, volvió a pedir que peritaran sus teléfonos porque entiende que pudieron haber sido alterados mientras estaban en custodia del primer juez de la causa, Federico Villena. “Yo tengo la certeza de que el doctor Villena manipuló los teléfonos del señor Melo”, disparó el defensor del exagente, Fernando Sicilia. El otro pedido que hizo Melo fue que le devolvieran los 6 mil pesos que le habían secuestrado en el allanamiento en su casa. “No será mucho, pero es mío”. La audiencia terminó con el juez Juan Pablo Augé diciendo que le corría vista a la fiscalía para que procediera con la devolución.

En Lomas ya indagaron al grueso de los imputados. Para la semana próxima quedan tres indagatorias importantes: la del exdirector administrativo de Asuntos Jurídicos de la AFI Juan Sebastián De Stefano, el exjefe de departamento de Oficios Judiciales Bernardo Miguens y la abogada de Contrainteligencia Jimena Honor. A los tres les quieren preguntar por la cobertura legal que la AFI le dio al espionaje sobre Cristina Fernández de Kirchner en el Instituto Patria y en su departamento de Uruguay y Juncal. A De Stefano y a Miguens --que lograron aplazar sus indagatorias-- también les esperan preguntas sobre las escuchas a los presos del penal de Ezeiza. 

Después de la indagatoria de Miguens, que será el 17, los fiscales estarán en condiciones de pedir los procesamientos de quienes consideren responsables por las andanzas de los Súper Mario Bros y por el espionaje en las cárceles. Entre los imputados en estos tramos están, nada más y nada menos, que Arribas, Silvia Majdalani y el secretario privado de Macri, Darío Nieto. También el exdirector del SPF Emiliano Blanco y parte de la plana mayor de ese organismo. En Lomas corren contrarreloj porque Comodoro Py está ávido de traccionar la investigación. El tema ya está en la Cámara de Casación Federal desde hace días.