José Luis Sureda acusó al ministro de Energía de autoritario y de prohibir el ingreso de un periodista al ministerio.

Sureda se desempeñó como segundo de Aranguren durante 15 meses y había sido denunciado el año pasado por Elisa Carrió por negociaciones incompatibles con su cargo. Según la diputada de la Coalición Cívica,  Sureda habría beneficiado a la empresa –y a otras dos grandes petroleras- en la trabajaba antes de llegar al Gobierno, Pan American Energy (PAE), que no recibió sanciones a pesar de que incumplió con su obligación de proveer gas regulado para mantener el precio de las garrafas.

Las empresas beneficiadas, PAE, Refinor y Capex, obtuvieron así un excedente exportable y el Gobierno le ordenó a Enarsa que importara gas a un precio mucho más caro  del que pagaba a estas compañías. De esta manera, subsidió la ganancia de los privados mientras la garrafa de 10 kilos, la más demandada, no dejó de subir de precio durante todo 2016.

En uno de los párrafos de su carta de renuncia, Sureda deja entrever la existencia de maniobras non sanctas en el ministerio: “Inicié este camino en el último tramo de mi vida, pensando en los que vendrán. No tengo otro interés. Ya es tarde para dar rienda al ego, o al bolsillo”.  

 

“Me enfrenté a un dilema de hierro, o mis convicciones o su autoritarismo”, reconoce Sureda. 

 

El ex secretario descarga su frustración por su relación con Aranguren. "Fui entendiendo que la diversidad de opiniones es para Usted un problema muy difícil de resolver, y que las decisiones que pensábamos tomar iban quedando en el camino, víctimas de la coyuntura del cortísimo plazo que pasaban a ser los nuevos objetivos, fijados extra muros".

Sureda critica la forma de trabajo de Aranguren, a quien le advierte que "jamás podrá Usted gestionar con éxito sin un equipo, y sin confianza ni respeto, no hay equipo". En otro párrafo, acota: "No soy hábil en política y sospecho que Usted tampoco lo es".

El ex secretario explica que la gota que rebalsó el vaso se derramó ayer cuando el corresponsal de The Wall Street Journal, Taos Turner, a quien considera su “amigo”, fue a visitarlo para hacerle unas preguntas “totalmente técnicas sobre los hidrocarburos no convencionales” y, a través de un “hombre de prensa”, Aranguren no le permitió ingresar al edificio. "Si Usted cree que la libertad ajena es un bien transable que Usted puede arbitrar a su gusto, debo decirle que no estoy de acuerdo", sentenció Sureda.